Es normal que siempre encontremos una excusa en el día a día para tener una vida sedentaria. ¿A quién en su sano juicio tras 6 o 7 horas de trabajo le apetece ir al gimnasio cuando puede ir a descansar tan ricamente en el sofá de casa? Pero tenemos que intentar hacerlo, porque es así como disfrutaremos de una vida sana. Como sabemos que es algo difícil, hemos querido reunir una serie de consejos que os permitirán hacer ejercicio a diario de forma sencilla con actividades muy cotidianas. Vuestras piernas, muslos y trasero se pondrán muy firmes gracias a ello.
Hacer ejercicio a diario significa caminar
¿Vives a 20 minutos caminando del trabajo? ¿La parada anterior de la que siempre sueles utilizar al bajar del autobús está a 10 minutos andando? Ya no hay excusa para no caminar un rato cada mañana. Este ejercicio suave de plena mañana ayuda a afrontar con más calma la jornada. El trayecto de casa al trabajo es muy bueno para observar el cielo, la ciudad o simplemente para disfrutar de la música que escuchemos en nuestro reproductor. Todo lo hacemos mientras estiramos las piernas y tenemos un rato tranquilos para nosotros. Y sus beneficios no se detienen solo aquí, una vez termina la jornada es muy bueno volver a casa dando un pequeño paseo. En muchas ocasiones no es algo que apetezca, sobre todo si el día de trabajo no ha sido del todo positivo, pero hay que presionarse para ello.
El camino a lo largo del cual caminamos puede resultar muy beneficioso no solo para el corazón, sino también para la salud mental. Eso es porque caminar tiene posibilidades de ayudar al cuerpo a eliminar de forma natural toda la tensión y estrés de la jornada mientras que la mente reordena cada sensación y pensamiento del día, seleccionando las importantes y eliminando las negativas. ¿Sabíais que según especialistas el mejor ejercicio de todos es caminar como mínimo 30 minutos al día a paso ligero? Así que no tengas miedo de caminar a un paso un poco más rápido de lo normal para ponerte en forma. Esto hará que el cuerpo lo tome como una señal de estar haciendo ejercicio y que por tanto empiece a quemar calorías. Puedes variar la ruta e ir a paso rápido en un tramo y, al girar la esquina, relajarte con un paso un poco más lento para luego repetir este proceso al cruzar la calle.
Vigila tus pasos
¿Sabíais que cambiar la forma en la que pisamos puede implicar ejercitar el bloque de músculos que forman parte de los gemelos? La gran mayoría de la gente apoya todo su peso en los talones, haciendo que sea esa zona la que tenga toda la importancia a la hora de dar cada paso, olvidando por completo la punta del pie donde se hace el impulso mientras caminamos. Esta forma de caminar hace que las piernas no se fortalezcan todo lo que podrían hacerlo. ¿Queréis saber cómo hay que caminar para tener unas piernas fuertes? Lo podemos lograr apoyando la fuerza en la parte superior del pie, como si caminamos de puntillas, pero sin elevar los talones de forma tan exagerada y dejando que estos siempre toquen al menos un poco el suelo.
Caminar de esta manera puede resultar muy molesto y agotador al principio, sin olvidar que es posible que cause mucho dolor en los tendones de los pies por la fuerza que estamos ejerciendo. Pero a la larga el cuerpo se acostumbra, ganando flexibilidad y soltura al dar pasos mientras las piernas se tonifican y se endurecen, consiguiendo que la piel esté más tersa. Como consejo, intercalad pasos normales con estas pequeñas elevaciones de talón para hacer deporte fácilmente. Un ejemplo de ello radica en, por ejemplo, contar 30 pasos apoyándose en la punta y relajar las piernas durante unos minutos para, finalmente, volver a repetir esa serie. Tal y como haríamos si estuviéramos haciendo una rutina de tonificación con ejercicios de estiramiento y elevación de talones.
Evita los ascensores
Muchos son los centros médicos donde hay escaleras con mensajes motivadores, como por ejemplo “haz vida, sube por las escaleras”. Subir estos escalones es bueno para la salud mientras al mismo tiempo hacemos un ejercicio moderado. ¿Sabíais que mientras utilizáis las escaleras estaréis ejercitando muslos y glúteos? El movimiento de la pierna al subir cada escalón es similar al movimiento que hacemos en ejercicios como las sentadillas extendidas o las elevaciones. Como veis, utilizar las escaleras no solo es bueno para el corazón, también resulta perfecto para reafirmar el trasero y fortalecer las piernas. ¡Y todo eso con tan solo quitarte un poco de pereza del cuerpo! Como es evidente, si tienes que subir un edificio muy elevado, no hace falta que lo hagas del tirón, puedes dejarlo a medio camino y poco a poco ir aumentando la cantidad de plantas que subes por tu propia fuerza. Seguro que acabarás logrando hacer ejercicio a diario de esta forma mientras aumentas de forma progresiva la cantidad de plantas que subes.