A la hora de decidir ponernos en forma siempre aparecen pequeños problemas que pondrán en duda nuestra fuerza de voluntad y deseo de ejercitar y tonificar el cuerpo. Hay excusas de todo tipo para no hacer deporte, tantas como personas en el mundo. “Hoy llueve”, “hoy estoy muy cansado”, “tengo sueño” y un largo etcétera que siempre tenemos en la cabeza y buscamos dependiendo del momento. Si recurrimos a ellas nos encontraremos con que nunca haremos deporte y será imposible llegar a alcanzar el cuerpo deseado que estamos buscando.
En esta ocasión no vamos a hablar de cómo hacer rutinas deportivas, ni tampoco os explicaremos cómo adelgazar o disfrutar de una dieta sana. Lo que vamos a hacer es daros consejos para que comencéis a hacer ejercicio gracias a ideas que os darán motivación. Porque en muchas ocasiones lo único que necesitamos es un pequeño impulso que nos permita superarnos a nosotros mismos y llegar a vivir tal y como lo deseamos. Para ello tenemos que comenzar venciendo a la pereza y eliminando las excusas de nuestra mente. En este sentido lo mejor será confiar en trucos sencillos que ya veréis que funcionan de una forma estupenda.
Hacer deporte con música
¿Quién no recuerda la mítica escena de Rocky entrenándose con la canción “Eye of the Tiger” de fondo? Esa canción le sube los ánimos a cualquiera y motiva para que podamos ejercitarnos de forma constante y saludable. Esto se debe al poder de la música, que tiene capacidad para impactar tanto en nuestra mente como en nuestro cuerpo.
Si practicamos una rutina de ejercicio estricta con música de fondo nos ayudará a no sentir fatiga con tanta facilidad. Por un momento pensad en lo que ocurre cuando vuestro cuerpo empieza a flaquear. Primero sentimos debilidad. Cada movimiento se vuelve más pesado, agotador y de la nada empiezan a aparecer pensamientos negativos. Pensamos cosas como “no puedo seguir”, “no lo voy a lograr”, “duele mucho” y otras cosas que nos llevan a pensar que tenemos que dejarlo sin haber llegado al máximo de nuestro nivel de esfuerzo. Es ahí donde entra en juego la música. Ésta nos motivará, pondrá en marcha nuestra mente y eliminará los malos pensamientos. Hará su trabajo para que nosotros podamos reforzar la fuerza mental de la que estamos haciendo uso. Y así seguro que no tiraremos la toalla a la primera señal de cansancio.
No todos los deportes son compatibles con la música, pero de eso suponemos que ya os habéis dado cuenta. Aún así, deportes que impiden escuchar música mientras los practicamos, como el boxeo, siguen permitiendo que lo hagamos cuando estamos en el proceso de entrenamiento. Al fin y al cabo, podemos escuchar música con deportes y ejercicios como el running, aeróbic, spinning o con rutinas de musculatura con o sin máquinas. Si practicáis algunas de estas actividades deportivas no olvidéis que la música será vuestra gran aliada siempre que la tengáis de fondo.
¿Y si somos un poco más sociables?
Al igual que la música, hablar con un compañero al practicar un deporte ayuda a que la mente se distraiga y elimine todos los pensamientos negativos. Además, hablar durante el ejercicio tiene una particularidad adicional para el beneficio de nuestro organismo: nos permite regular la respiración. Muchas veces, sobre todo al principio, cuando practicamos una rutina nos fatigamos muy rápido por el simple hecho de no saber respirar correctamente. Si durante el ejercicio vamos hablando, nuestro cuerpo adopta la respiración correcta de manera natural sin que nos demos cuenta. Esto evita el riesgo de cansancio o problemas adicionales, como puede ser el flato, un dolor abdominal al que todos estamos habituados.
A diferencia de la música, ir hablando con vuestros compañeros se puede practicar en más deportes, como por ejemplo el atletismo, el ciclismo o incluso en el cuerpo a cuerpo. Pensad que aparte de ser bueno para vuestro organismo también lo es para vuestra mente, porque creareis vínculos con vuestros compañeros. Esto hará que os resulte más fácil eliminar cualquier rastro de estrés o ansiedad al poder desahogaros al explicar vuestras inquietudes o ansiedades mientras practicáis un deporte.
El deporte te tiene que gustar
Hacer deporte es algo serio, una actividad en la cual hay que buscar la motivación tanto en pequeñas como en grandes cosas. Por eso tenemos que elegir un deporte que nos guste. A veces nos apuntamos a clases guiadas de un deporte que no nos convence. Quizá por comodidad o recomendación de alguien. Pero si no estamos satisfechos con ello, las posibilidades de dejarlo serán elevadas. Tarde o temprano acabaremos dejando de practicar ese deporte. Por lo tanto, es preferible optar por una actividad totalmente opuesta aunque suponga algún tipo de sacrificio adicional, como tener que ir a un gimnasio que se encuentra más lejos de casa. Así es como haréis deporte de forma constante y como encontraréis motivación día tras día.