Ya no es solamente el rey de la arcilla, se ha transformado en el dueño de Roland Garros, uno de los torneos más importantes del mundo del tenis y el cual todos los tenistas sueñan con conquistar. Lo concreto es que solamente muy pocas personas se han dado el gusto de levantar la copa en París y Rafael Nadal lo ha hecho por séptima vez en su historial, una verdadera hazaña.
Con esta nueva coronación, Rafa desempata con una leyenda como Björn Borg y queda como el máximo ganador con 7 coronas. A simple vista parece un dato, pero esto es realmente historia pura y cuanto más pase el tiempo, más grande se hará este hito. Pero también es cierto que puede seguir acrecentándolo, porque Rafa tiene gasolina para volver a ganar este torneo y otros grandes.
La verdad es que nos está tocando vivir una época tenística con ejemplares de lujos, Federer, Nadal y ahora Djokovic. Todos han tenido su espacio y su momento dentro de la ATP y lo han sabido aprovechar. Nadal se desenvuelve como pez en el agua en la tierra batida y todos los años aprovecha su oportunidad.
Insisto, este es un logro que hoy se destaca pero que nadie lo toma por lo que realmente vale, ni siquiera el propio Rafa estará consciente de lo que esto significará cuando ya no juegue al tenis. Rafa se ha transformado en una leyenda viviente de Roland Garros y lo ha hecho porque demostró ser el mejor.