Cada vez son más los billetes falsos introducidos en nuestro país por bandas que actúan realizando pequeñas compras en comercios en los que les resulta muy accesible llevar a cabo esta práctica. La principal causa que observamos es el exceso de confianza, que nos hace muchas veces no darnos cuenta que nos encontramos con un billete falsificado que sería fácilmente detectable solo por el tacto.
Siguiendo las recomendaciones del Banco Central Europeo, debemos “tocar, mirar y girar” el billete y de esta forma fácilmente reconocer ante qué billete nos encontramos.
Tocar: los billetes están hechos de fibra pura de algodón y son resistentes y ásperos al tacto. Al tocar el billete debemos notar cierto relieve en algunas zonas del mismo donde la tinta es más espesa. Los billetes de 200 y 500 euros tienen en los bordes marcas táctiles que nos son de mucha ayuda.
Mirar: en el billete aparece el hilo de seguridad en el que debe aparecer la palabra “euro” y además el valor. La marca de agua y también el motivo de coincidencia que hace que la cifra que aparece tanto en el anverso como en el reverso se complete mirándolo a contraluz.
Girar: Por una parte la banda holográfica en el anverso de los billetes de 5, 10 y 20 euros, que cambian del valor al símbolo del euro y en el reverso la banda iridiscente que brilla y también indica su valor y el símbolo de la moneda.
En el resto de billetes (50, 100, 200 y 500) tenemos el parche holográfico en el anverso que en este caso va alternando al girar el billete, entre la cifra del valor y una puerta o ventana. Y en el reverso está la cifra que cambia de color.
Conociendo estas pequeñas recomendaciones somos capaces de llegar a conocer la autenticidad de los billetes sin necesidad de usar los famosos bolígrafos y las máquinas o aparatos detectores de billetes falsos.