Las aportaciones al capital social de las cooperativas de crédito ha sido el producto más comercializado entre el sector, lo han presentado de diversas formas para captar los fondos de sus clientes y así reforzar los suyos propios.
En los últimos meses, las han utilizado como solución para evitar cobrar la comisión de mantenimiento de la cuenta, independientemente de la vinculación del cliente.
Este producto es entendido por muchos clientes como un plazo fijo y consideran que lo pueden recuperar en cualquier momento; además la remuneración es mucho mayor que la ofrecida por los bancos en sus depósitos.
Es importante conocer el funcionamiento de las aportaciones al capital social antes de invertir nuestros ahorros, de esta manera evitaremos el desconocimiento y los futuros problemas, como ocurría en el caso de las preferentes.
El importe no está respaldado por el Fondo de Garantía de Depósitos. Podemos decir que funcionan como las acciones en las sociedades anónimas.
Por lo que se refiere al tipo de interés, hay que señalar que no lo tenemos garantizado, es decir, dependemos para cobrarlo del funcionamiento de la entidad. Por tanto, es necesario que haya beneficios y no incurra en pérdidas.
Para recuperar el importe, es necesaria una orden de compra que case con nuestra orden de venta y esto no es tan sencillo y rápido como nos hacen creer.
Por último, el valor de nuestra inversión depende del valor patrimonial de la cooperativa, por tanto, si quiebra y su valor es cero, no recuperaremos nada.
Esta información nos es útil para tomar la decisión que consideremos más ajustada a nuestras necesidades de liquidez, conociendo objetivamente las características del producto en cuestión.