La situación financiera actual obliga a los emprendedores a plantearse seriamente el destino de sus inversiones y si estas son viables antes de mortificarse en conseguir su financiación.
El primer paso para hacer las cosas bien, es saber cuánto se va a vender. El cálculo sobre papel es fundamental, considerar el volumen de ventas del primer año y con capital propio no es muy complicado y sí, muy necesario.
Ser realista en las previsiones a mediano y largo plazo es fundamental para conseguir mantenerse a flote a pesar de la crisis. Saber si tu empresa es viable es muy sencillo, debes empezar por preguntarse si tienes clientes consolidados, si tienes pedidos firmes para el primer año, con qué datos de prospección cuentas y si tu previsión de ventas está alineada con la producción del producto o servicio.
La previsión de ventas será exitosa siempre y cuando el volumen de ventas supere al de gastos. Calcula cuánto dinero necesitas y resta los gastos que consideres que vayas a tener a 1, 3 y 5 años.
Obtener este cálculo es más sencillo si acotas el problema, lo primero es pensar en el mercado potencial. Lo segundo analizar los hábitos de consumo de estos clientes y tercero pensar en la cuota de mercado que puedes obtener de ellos.
El presupuesto de inversiones debes obtenerlo sin olvidar tus gastos corrientes y operativos. Recuerda no pecar de optimismo y ser más realista en tus análisis.
En momentos como los que corren es fundamental ser realista y hacer números, antes que esperar que las ventas lleguen por sí solas.