Una franquicia es un modelo de negocio por el cual se establece una relación comercial entre dos partes. Una de las partes paga cierto dinero en forma de cánones o royalties a la otra parte para poder usar esa marca ya consolidada en el mercado y comenzar el negocio.
Existen franquicias en todos los sectores: la restauración, la hostelería, la venta de seguros, la salud dental, los servicios financieros y hasta la cultura.
No existen diferencias en la gestión de las franquicias destinadas al público más distinguido y más lujoso y aquellas orientadas a un público de menor poder adquisitivo, pero sí se ven diferencias en la calidad o el diseño que suelen ostentar los productos o servicios considerados “de lujo”. Sin embargo, el principal atractivo de los productos de lujo es el de la capacidad que tienen para otorgar una cualidad por la que el cliente está dispuesto a pagar: la distinción.
Distintos tipos de clientes
Un punto diferencial de las franquicias para el mercado de lujo es que la clientela de este tipo de conceptos de negocio suelen ser personas que gozan de un elevado poder adquisitivo, una posición bien considerada y, lo que es más importante, una cultura de clase que le lleca a convertir en su objeto de deseo –y por tanto adquirir- artículos que no están al alcance de cualquiera.
Esto obliga a los emprendedores o empresarios que se embarcan en este tipo de proyectos a contar con un poder adquisitivo alto, pues únicamente poner a la venta este tipo de productos es ya un gasto no asumible para muchos bolsillos, esto sin contar con los gastos en conceptos de cánones de publicidad o royalties por usar la marca.
En cualquier caso, no basta únicamente con explotar una franquicia de lujo para hablar de franquicias de éxito, sino que existen numerosísimos casos de franquicias más asumibles para quien quiera probar suerte en este negocio y que pueden ofrecer resultados muy positivos si la gestión del negocio es la adecuada.
Cuáles son los compromisos del lujo en el sector de las franquicias
El sistema de franquicia de productos de lujo una serie de beneficios que van más allá de los conocidos por todos, pero también una serie de compromisos. En primer lugar, el mercado de lujo es considerablemente limitado, está compuesto por pocas empresas que han conseguido hacerse ese hueco entre la clientela más distinguida.
No es fácil obtener una franquicia de marcas de lujo, además de la inversión existen otros muchos requisitos necesarios para poder explotar esta forma de negocio: experiencia previa, preparación del posible franquiciado, aptitudes y capacidades…
Sectores del lujo para montar una franquicia
Cualquier parcela de actividad es susceptible de acoger negocios que se distinguen del resto por ofrecer productos o servicios catalogados como “lujosos”: la restauración, la moda, los servicios, etc.
Los requisitos clave para tener éxito en esta aventura son varios, pero es importante la ubicación del establecimiento, aspecto en el que es fundamental contar con establecimientos altos ubicados en zonas preferentes de ciudades con un número elevado de habitantes: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Bilbao, Málaga…
Las franquicias de lujo, además de vender artículos de lujo, deben apropiarse de valores añadidos tales como la antigüedad del concepto, la colaboración de diseñadores conocidos en el caso de un establecimiento de moda o algo parecido con chefs de renombre si se trata de un negocio de restauración.
Un último detalle importante que mantienen en común todas estas franquicias del sector de los productos y servicios de lujo son sus empleados. Se trata de personas sobradamente preparadas, con conocimientos sobre el mercado y una formación acorde al trabajo que desempeñan, personas que satisfacen en todo momento las necesidades de una clientela distinguida y con alto poder adquisitivo.