En tiempos de crisis, las familias intentamos ajustar al máximo todos nuestros gastos pero con ello conseguimos muchas veces el efecto contrario. Con algunas de las medidas que llevamos a cabo con la intención única de conseguir un mayor ahorro, nos encontramos con un resultado totalmente contrario al de nuestro objetivo.
Vamos a intentar desmontar esos pequeños hábitos a los que nos vamos acostumbrando como consecuencia de la situación económica y que a largo plazo nos pueden afectar mucho:
Gasolina
Debemos llenar el depósito cada vez que vayamos a repostar. Esta práctica es conveniente porque con ello ahorramos el consumo del desplazamiento y el de las colas. También hay que recordar que la medida más conveniente sigue siendo el uso del transporte público.
Lista de la compra
Es muy importante llegar al supermercado con la lista preparada y ajustarnos a ella para comprar los productos que realmente necesitamos. También es un detalle importante intentar acudir al comercio después de haber comido y mejor solo que acompañado.
Medios de pago
Es conveniente hacer los pagos a débito y de esa manera ahorrar en intereses y tener controlado el consumo que realizamos. No debemos descuidar nuestras cuentas y es importante consultar los movimientos en las mismas y el saldo del que vamos disponiendo.
Son pequeños detalles que diariamente pasamos por alto y que nos pueden ser de mucha ayuda a la hora de administrar nuestros recursos y adaptarnos a la situación en la que se encuentra la economía doméstica en cada momento.