Una hipoteca (del griego: “promesa”) es un préstamo del banco o un instituto financiero asegurado por garantías del acreedor hipotecario. Una hipoteca da derecho al acreedor hipotecario (hipoteca) para hacer frente al ingreso, que puede ser mediante subasta o “el” acreedor hipotecario toma posesión de los terrenos afectados por la hipoteca de la propiedad, en la medida en que tiene derecho a un crédito contra el deudor, “el cual está garantizado” por la hipoteca.
En la banca, la hipoteca se utiliza como respaldo para préstamos. El banco necesita la certeza de que este préstamo será devuelto y el banco podrá pedir conocer los bienes materiales del solicitante del préstamo, así como un posible aval que respalde a este solicitante en caso de que los bienes materiales no alcancen la suma que el banco estime oportuna. El banco siempre quiere un aval antes de ofrecerles un préstamo. El banco tiene que asegurarse que sus inversiones no tengan demasiados riesgo.
Fuera de la jerga legal a menudo no es sólo la propia hipoteca, “sino que también” el préstamo correspondiente (la hipoteca) “provocó” a “mayores otra” hipoteca.