Vamos a hablar de persuasión en lo que al marketing para emprender se refiere. La persuasión requiere de actitud y no sólo de acción. Por no hablar de que a menudo necesita tiempo, habilidad y una lectura matizada de múltiples partes móviles. Pero para las marcas que buscan hacer, mejorar o reconfigurar su imagen entre los consumidores, hay pocas herramientas más valiosas.
Aquí os traemos tres cosas a considerar cuando se trata de elaborar un mensaje persuasivo:
1. Conoce tu mensaje
A principios y mediados del año 2000, la estrategia de marketing de la empresa de productos de cuidado personal masculino Old Spice giró en torno a la proyección del sex appeal “Usa Old Spice y consigue a la chica”. Axe también ya se basó en ese mismo mensaje. Ambos encontraron su sitio en el lado “sexy” del mercado.
Old Spice fue perdiendo terreno, por lo que la empresa intentó otro enfoque en 2010. En lugar de proyectar el atractivo sexual, sus nuevas campañas publicitarias proyectaron una rollo totalmente humorístico sobre la masculinidad y la confianza, que se dirigía a los hombres y a las mujeres de los consumidores. Mira este ejemplo, se convirtió en un éxito viral
Algunas veces las cosas se complican simplemente porque un competidor ya está vendiendo de manera convincente. Persuadir a los consumidores no se estructura como un debate.
Old Spice no tuvo éxito en persuadir a los consumidores a comprar sus productos por convencerlos que tenía más atractivo sexual de Axe. Por lo tanto, se recicló y cambió de estrategia. Old Spice trató de llegar al mismo mensaje por una ruta diferente. Eso es lo divertido de la persuasión, rara vez hay un único mensaje como mensaje correcto.
2. Conoce a tu competencia
Apple es un persuasor muy sofisticado porque en su estrategia emplea el carisma para atraer a consumidores de diferentes niveles. Toma como ejemplo el Apple Watch, la campaña comenzó con anuncios que enfatizaban las funcionalidades del reloj y posteriormente se centraron en el diseño y en el estilo de vida.
Fue una jugada muy inteligente desde el punto de vista estratégico el seguir un enfoque doble porque obliga a sus competidores a destacar en las características y en la imagen del producto.
Históricamente, Apple ha sido magistral en la generación de confianza de los consumidores en torno a la superioridad de sus productos. Mientras que la simpatía es un activo, la capacidad de una marca para inspirar convicción es una ventaja competitiva muy valiosa. Es mucho más fácil convencer a los consumidores para probar un nuevo producto de lo que es para convencerlos de abandonar un producto en que ellos creen.
A medida que las personas se vuelven más confiadas, se hace cada vez más difícil cambiar sus creencias. Acomodas al cliente y obligas a las marcas competidoras a erosionar primero la confianza del consumidor antes de que puedan vender con éxito su propio producto.
3. Conoce a tu audiencia
Conocer la capacidad de persuasión de un mensaje también depende de quién está escuchando y cómo lo está haciendo.
Algunos usuarios analizan cada mensaje, otros hacen juicios rápidos en base a señales periféricas y la mayoría caen en algún punto intermedio. Los mensajes basados en hechos realizados por expertos caen en el primer grupo, mientras que los mensajes procedentes de fuentes carismáticas son una buena apuesta para convencer a este segundo grupo de clientes.
El contexto también es importante, por supuesto. La situación también importa. Las distracciones, la fatiga y la falta de tiempo son factores que pueden bloquear el carácter receptivo de un público alejado de la calidad hacia la cantidad.
Para una marca, en consecuencia, todo esto implica que debes identificar la posición general de tu audiencia en estrategias persuasivas. Si atraes al público, con argumentos mejor que con otros recursos y así evitarás su distracción.