Cuando estás pensando en dar el paso y convertirte en empresario, durante las primeras semanas y meses experimentarás una sensación estimulante ante la perspectiva de ser tu propio jefe. Además, eres muy optimista y crees que llegarás muy lejos. Todo esto ya de por sí merece mucho la pena, pero hay que ser realistas y recordar al emprendedor que no todo es diversión y hay ciertos temas serios a tener en cuenta. Antes de venirte arriba del todo (que nos encanta), echa un vistazo a estas siete verdades oscuras sobre este mundo y cotéjalas con tus expectativas.
1. No vas a ganar dinero de inmediato.
Como todos sabemos, conseguir capital para tu negocio de primeras es complicado. Este suele ser un primer freno a la hora de emprender. La mayoría de las startups y empresas se pasan los primeros años de su existencia gastando e invirtiendo mucho más de lo que ingresan. Te vas a gastar mucho dinero al principio y tardarás tiempo hasta que empieces a ver ingresos. Debes preverlo para estar preparado o ese apuro económico puede acabar con tu proyecto.
2. Tu vida personal va a verse afectada.
No importa lo optimista que seas, tus relaciones personales van a verse muy afectadas si quieres cumplir con tu sueño. Trabajarás en tus ratos libres, por las noches, en horas intempestivas, festivos, vacaciones, etc. Vas a estar distraído casi constantemente, pensando en los problemas a los que tu negocio se enfrenta, y esa tensión puede hacer mella en sus relaciones.
3. Harás malabares para gestionarlo todo y te pasará factura.
Como CEO de tu propio negocio, tendrás que usar muchos sombreros, el de administrador, el de técnico, el de gerente, el de vendedor, el de recursos humanos, etc. Algunos te gustarán más que otros. No obstante, son muchas y variadas responsabilidades que asumir desde el minuto uno y frente a un cambio de marcha tan constante, puedes desgastarte.
4. Tus emociones sacarán lo mejor de ti.
Habrá momentos en los que tus emociones sacarán lo mejor de ti y te vendrás arriba y otros en que ocurrirá lo contrario. Es muy probable que tu estado de ánimo por tu vida personal se refleje en tu actitud ante tu negocio y viceversa. Gestiona bien tus sentimientos en tu esfera emprendedora y blíndate frente a los problemas que puedan venirte del otro lado.
5. Nada sucederá como lo tenías previsto.
Puedes tener un Business Case de detalle en el que preveas qué va a ocurrir durante los primeros años de tu compañía, pero no importa mucho lo que tengas en la cabeza porque lo normal será que poco o nada salga según lo prevista. Tendrás que adaptarte, aunque no quieras, a las circunstancias en cada momento.
6. Vas a tomar decisiones que te perseguirán.
Como empresario eres el centro de la toma de decisiones de tu negocio. Algunas de esas decisiones te marcarán, incluso si son las correctas. Vas a tener que cambiar la dirección de tu proyecto, vas a tener que separarte de tus socios, vas a tener que sacrificar parte de tu visión de la empresa y vas a tener que despedir gente. Estas decisiones nunca son fáciles, pero se deben hacer aunque luego te persigan.
7. Vas a fracasar.
Es lo más duro de todo. En ocasiones el fracaso es inevitable y puede acompañarse de otros fallos menores que comprometan tu visión de las cosas. El éxito forma parte del éxito aunque sea una de las cosas más difíciles de aceptar del mundo. La posibilidad del fracaso está y estará siempre presente en tu negocio. Sin embargo, la capacidad de recuperarse del fracaso es lo que separa de los verdaderos emprendedores del resto.
No estamos tratando de convencer a nadie para que se convierta o no en empresario. El espíritu empresarial es, y debe ser, un esfuerzo emocionante y gratificante para cualquier persona que decide perseguirlo. Nuestra intención es ayudar a una nueva generación de personas con iniciativa a estar preparados ante la dura realidad para que puedan entender mejor los obstáculos que van a tener por delante de manera realista para poder prepararse bien para el viaje.