Hay demasiadas personas que sucumben a la creencia errónea de pensar que la capacidad de conectar con los demás es un rasgo natural, imposible de enseñar que pertenece sólo a unos pocos afortunados. Es fácil caer en este error. En realidad hablamos de una capacidad bajo tu control que pertenece a la inteligencia emocial.

La investigación realizada por Matthew Lieberman en UCLA muestra que el ser social y la conexión con los demás es una necesidad fundamental como pueden serlo los alimentos o el agua. Por ejemplo, Lieberman descubrió que sentimos un dolor “social” con la pérdida de una relación en la misma parte del cerebro en la que sentimos dolor físico.

Teniendo en cuenta que la conexión social es una necesidad humana tan fundamental se podría pensar que sería fácil conectar con todas las personas que conocemos. Por desgracia, ese no es el caso. En contra de nuestro propio interés, nos estancamos por la timidez, la auto- conciencia, el cinismo, el orgullo, la competitividad, los celos y la arrogancia .

Desde nuestro punto de vista se puede conectar con cualquier persona, incluso con aquellos que todavía se niegan. Estos son algunos consejos que te ayudarán a conectar instantáneamente con cualquier persona de manera inmediata.

Genera una primera impresión potente

Durante los siete primeros segundos de una reunion con otra persona la mayoría de los seres humanos deciden si les gustas o no y pasan el resto de la conversación justificando internamente su reacción inicial. Esto puede sonar aterrador, pero conociéndolo podemos aprovecharnos y tomar ventaja a la hora de conectar.

Las primeras impresiones están vinculadas íntimamente con el lenguaje corporal positivo. Ser consciente de tus gestos, expresiones y el tono de tu voz (asegurándose de que son positivas) atraerá a la gente. Usar un tono entusiasta con los brazos abiertos y mantener contacto visual, son manifestaciones de lenguaje corporal positivo

El lenguaje corporal positivo puede marcar la diferencia en una conversación. Es cierto que la forma en que dices algo puede ser más importante que lo que dices.

Sé el primero en aventurarte más allá de lo superficial.

Nuestra primera conversación con un nuevo conocido tiende a ser bastante superficial porque solemos recurrir a temas agradables y seguros.  Hablamos sobre el tiempo, sobre la gente que conocemos en común y compartimos los detalles más básicos acerca de nosotros mismos. Pero si realmente deseamos conectar con alguien, trata de subir la apuesta y revela tu verdadero yo. No tienes que ser demasiado personal pero es importante dejar que la otra persona sepa cómo eres en realidad y qué te apasiona.

Normalmente cuando sigues esta estrategia consigues que la otra persona haga lo mismo. Haz buenas preguntas. Si la otra persona parece reacia a responder, haz preguntas importantes. “¿A qué te dedicas?” es tan estándar que apenas permite nada. En cambio puedes variar hacia “¿Por qué eligió su profesión?“.

Aprende de ellos y de ellas

En el curso de su investigación, Lieberman llegó a la conclusión de que nuestro sistema educativo sería mucho más eficaz si nos introducimos en el aspecto social de aprendizaje (en lugar de tratar de ignorarlo). Por ejemplo, la mejor manera de ayudar a un estudiante que lucha contra las matemáticas es conseguir la ayuda de otro estudiante. Aplicar el mismo principio a tu vida, y disponte a aprender de la persona con la que estás tratando de conectar es la solución. No sólo hace eso que se sientan más unidos a tí, les hace sentir importantes. También muestra que estás dispuesto a ser vulnerable y que no eres demasiado orgulloso como para admitir que tienes mucho que aprender.

No les hagas lamentarse de haberse quitado la máscara

Si consigues que se “abran” no les hagas lamentarlo. El sarcasmo, la crítica, o las bromas que podrían hacer que la otra persona se sienta juzgada por lo que ha compartido contigo pueden ser un freno en la conexión. En lugar de eso es mucho mejor identificarte con él aunque no estés de acuerdo y posteriormente corresponderle revelenado más cosas de tí mismo.

Busca lo bueno en ellos y ellas.

Nuestra cultura a menudo nos puede predisponer hacia el cinismo. Parece que es mejor centrarse en encontrar razones para que no te guste la gente en lugar de razones para gustar. Apaga esa voz cínica y concéntrate en buscar el bien en un nuevo conocido. Lo más importante es tener claro que cuando se espera lo mejor de la gente, es recomendable entregar antes lo mejor de tí mismo.

Sonríe

Naturalmente, la gente (inconscientemente) refleja el lenguaje corporal de la persona con la que está hablando. Si quieres  provocar reacciones positivas sonríeles durante una conversación y observarás que inconscientemente ellos te devolverán el favor sonriendo también.

Utiliza su nombre

Su nombre es una parte esencial de su identidad, y reconforta que la gente lo use. No uses el nombre de alguien sólo cuando lo saludas. La investigación muestra que las personas se sienten validadas cuando la persona con la que está hablando se refiere a ellos por su nombre durante una conversación. Cuando conoces a alguien, no tengas miedo en preguntar su nombre por segunda vez si lo olvidas inmediatamente después de oírlo.

Sigue la regla de platino

La regla de platino nos obliga a tratar a las personas como a ellos les gusta que les traten. Al hacerlo consigues que la otra persona esté más cómoda y por lo tanto aumentan las posibilidades de que se abra, pero también demuestra que has estado escuchando y has oído realmente lo que ha estado diciendo. Con todo demuestras que has llevado a cabo un esfuerzo adicional por tu parte.

No hagas un concurso

Todos hemos visto la típica escena de peli estereotipada donde dos chicos en un bar se pasan la noche compitiendo entre sí. Lo mismo ocurre cuando conoces a alguien nuevo. Sus logros y experiencia de vida te generan las ganas de hacerte parecer tan bueno (si no mejor). Entrar a ese juego no te ayudará a conectar con ellos porque te mantiene enfocado en tí mismo en lugar de en tratar de aprender de ellos y encontrar un terreno común.

Apaga tu voz interior

Un problema gigante que nos impide conectar con otras personas es que realmente no escuchamos. En lugar de ello, estamos pensando mientras que la otra persona está hablando. Estamos tan enfocados en lo que vamos a decir a continuación o en cómo lo que la otra persona está diciendo va a afectarnos que no somos capaces de escuchar lo que realmente se está diciendo. Debes desactivar esta voz interior, si deseas conectarte profundamente con la gente.

Júntalo todo

La buena noticia es que estamos programados para conectarnos unos con otros.  Prueba estos consejos la próxima vez que conozcas a alguien nuevo, y convierte una conversación superficial en una conexión real.

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