El hecho de “emprender” está muy de moda y parece que es algo sencillo y sin grandes complicaciones.

Nada más lejos de la realidad.

Mi propósito es hacerte reflexionar un momento sobre tu propósito de emprender.

Al principio estaréis solos tu idea de negocio y tú.

Eso significa entre otras cosas que si no estás dispuesto a “sacrificar” fines de semana para dedicarte a los mailings y a elaborar facturas para tus nuevos clientes, es que la “emprendeduría” no es para ti. Piénsalo bien.

Cuando llegues a darte cuenta de las horas de práctica que un buen violinista ha de emplear cada día en un concierto excelente, empezarás a entender por qué tienes que estar alerta para ser capaz de ser lo suficientemente CONSTANTE Y PERSEVERANTE en tu emprendimiento.

Esto no quiere decir que tengas que estar en tensión constante con tus negocios, sino que tienes que estar continuamente VIGILANTE y darte cuenta de todo lo que ocurre y de un modo muy especial, al principio del emprendimiento.Al igual que un violinista que practica tiene que volver una y otra vez sobre determinado fragmento musical especialmente difícil antes de sentirse satisfecho, también tu habrás de volver una y otra vez sobre el mismo tema, aprendiendo las mismas lecciones para perfeccionarte con tu nuevo proyecto o más bien, volver sobre las partes más arduas y más exigentes hasta tal punto que una vez bien aprendidas, no puedas separarte de ellas porque formarán parte de ti una vez integradas como una unidad.

Todo esto exige mucha dedicación, y como eres humano, probablemente algunas veces te darán ganas de tirar la toalla. Dale vueltas a todo esto antes de empezar un negocio y sabrás si tienes o no, el empuje y coraje necesarios para poder emprender.

¿Cómo saberlo? Mi consejo : CONÓCETE A TI MISMO mejor que nadie…. para así poder ese paso de gigante que es emprender. Por ejemplo, emprender significa ARRIESGAR….¿te gusta el riesgo ? ¿Crees estar preparado para que te falte seguridad ? Ante el riesgo, se gana o se pierde…. ¿estás preparado para esa eventualidad ?

También necesitas dosis de capacidad de liderazgo, de iniciativa, de innovación, de espíritu de sacrificio y de adaptación a un posible fracaso eventual, entre otras muchas cosas.

Si eres sincero contigo mismo y descubres finalmente que no vas a ser capaz de emprender, no te agobies, no te desanimes. Otras vías estarán abiertas para ti. ¡Descúbrelas!

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