¿Dejar tu trabajo por otro mejor remunerado? Definitivamente. ¿Dejar tu curro por una gran oportunidad? Absolutamente. Hay muchas más razones para dejar tu trabajo pero una sobrevuela por encima de todas: la vida es demasiado corta.
La vida es demasiado corta como para ir todos los días a casa sintiéndote insatisfech@. La vida es demasiado corta como para no ser tan feliz como te gustaría. Imagina que un amigo te llama y te dice “no me gusta mi trabajo, me aburro, me frustro y siento que no voy a ninguna parte”. ¿No le dirías que se busque otro o que emprenda?
¿No deberías seguir ese mismo consejo si a ti te pasa lo mismo?
A continuación una serie de razones para dejar de sentirte mal y empezar a buscar algo mejor que te satisfaga como por ejemplo convertirte en autoempleado con tu propio negocio.
1. No se te tiene en cuenta.
Todo el mundo tiene ideas. Y todo el mundo le encanta cuando sus ideas se toman en serio y se llevan a la práctica. La sensación de haber contribuido de manera especial es increíblemente gratificante. Pero cuando tu jefe o empresa tira tus propuestas por tierra o incluso se ríe de tus ideas, eso es no sólo un insulto, es desalentador.
La vida es demasiado corta como para no importarte.
2. Eres criticado públicamente.
Todos necesitamos una retroalimentación constructiva. Todos necesitamos un pequeño empujón. Todos necesitamos que se nos diga que podemos hacer algo mejor y cómo debemos hacerlo. Pero también es cierto que necesitamos que se nos diga ese tipo de cosas en privado.
La vida es demasiado corta como para esperar que la próxima vez no seremos criticados, o incluso humillados en frente de otras personas.
3. Nunca escuchas la palabra “Gracias”.
Todo el mundo necesita algún tipo de alabanza. Todos sabemos que cuando hacemos algo bien (y todo el mundo, incluso los artistas pobres, hacemos algunas cosas bien) es importante que se reconozca.
La vida es demasiado corta como para no ser reconocido por las contribuciones que realizamos.
4. Tu jefe te maneja en su propio interés.
Cuando parece que te dedicas a contribuir a la mayor gloria de tu jefe en lugar de a desarrollar tu carrera profesional, necesitas un cambio. Un buen jefe sabe que si su equipo tiene éxito, y cada individuo dentro de ese equipo se desarrolla, entonces él también lo tendrá. Si somos marionetas de nuestro jefe, algo no va bien.
La vida es demasiado corta como para pasar tu carrera profesional desarrollando la de tu jefe a costa de la tuya.
5. Sientes que no tienes ningún propósito.
A todo el mundo le gusta sentirse parte de algo más grande. A todos nos gusta sentir que nuestras acciones tienen un impacto no sólo en los resultados, sino también en la vida de otras personas.
La vida es demasiado corta para ir a casa todos los días sintiéndote que has trabajado… pero no has logrado nada significativo.
6. Te sientes como un número.
Todo el mundo es reemplazable. Todo el mundo, en última instancia, trabaja por un sueldo. Pero todo el mundo también quiere trabajar por algo más que una nómina. Normalmente queremos trabajar con personas que respetamos y admiramos… y ellas a cambio quieren ser respetadas y admiradas.
Si tu jefe no para de vez en cuando para preguntarte acerca de tu familia, para tener una conversación informal para ver si necesitas ayuda, o simplemente para decir una palabra amable … entonces no eres más que un engranaje en una máquina más grande.
La vida es demasiado corta como para ser sólo el engranaje en una máquina más grande.
7. No estás emocionado cuando te toca ir a trabajar.
Cada trabajo tiene sus desventajas. Pero cada trabajo también debería tener algunos momentos de diversión. O momentos emocionantes. O momentos difíciles. O algún aspecto que te hace pensar, “tengo muchas ganas de hacerlo …”
La vida es demasiado corta como para desear que llegue la hora de salida.
8. No ves un futuro.
Cada trabajo debe conducir a algo: espero una promoción, la oportunidad de asumir responsabilidades adicionales, de aprender cosas nuevas, de hacer frente a nuevos retos…
Un jefe decente trabaja para mejorar el futuro de la empresa. Un buen jefe trabaja para mejorar el futuro de sus empleados incluso sabiendo que con su desarrollo a ellos les esperan oportunidades más atractivas.
La vida es demasiado corta como para vivir sin esperanza.
9. No crees que puedes hacer otras cosas.
Esa es la mejor razón de todas dejar el trabajo. Sé lo que estás pensando, “Controlo demasiado en mi trabajo actual; nunca voy a encontrar algo comparable; simplemente no hay ningún trabajo donde vivo; he puesto demasiado tiempo y esfuerzos en esta empresa”. Todas esas cosas son verdad si se les deja ser verdad.
Sólo tienes que creer y confiar que tu creatividad, la perseverancia y el esfuerzo te llevarán a nuevos y más felices lugares.