Muchos de nuestros emprendedores están pensando en intentarlo en el extranjero. Parece un tema secundario, pero aprender cuatro normas básicas de su protocolo es muy útil para entrar con buen pie en esos mercados que no conocemos y que tienen sus propias reglas. Nosotros estamos recibiendo bastantes anuncios para la búsqueda de socios o de colaboradores en otros países y por ello hemos indagado en las costumbres de cuatro culturas completamente diferentes, la árabe, la china, la japonesa y la rusa, para entender qué debemos hacer si nos vamos allí a emprender. Todo lo que sea comenzar una relación empresarial con buenas vibraciones, bienvenido.
Hemos elegido estos cuatro países porque creemos que son claves en la atracción de emprendedores. Son simplemente ejemplos, pero recomendamos a todos los emprendedores, autónomos, inversores, fanquiciados y partners que estudien los rasgos más característicos de la cultura del país al que van a dirigirse. No se trata de cambiar nuestra forma de ser sino de su jugar bien cuando estemos en su terreno.
Nos hemos quitado todo aquello que consideramos obvio del tipo, “no te emborraches en la primera comida de negocios con un árabe”. Lo que es evidente lo hemos eliminado. La regla de oro como siempre para cualquier otra cultura que no sea la nuestra es “imita lo que haga tu anfitrión”. Si él se quita los zapatos para entrar en casa, quítatelos tú también y listo.
Emiratos Árabes.
Cuando estemos allí si por ejemplo vamos a mantener contactos comerciales con emprendedores de la zona nada de llevar ropa nativa o tradicional. Pueden considerarlo ofensivo. A pesar del calor, la mayor parte del cuerpo deberá estar siempre cubierta.
La mano izquierda se considera impura y reservada para la higiene. Mejor que utilicemos la derecha.
No debemos cruzar las piernas cuando estemos sentados ni mostrar la suela del zapato o del pie.
Si por ejemplo vamos a cerrar un acuerdo comercial con alguien de allí para poner en marcha un proyecto, nada de regalar alcohol (incluyendo perfumes), carne, productos de piel de cerdo..
Probablemente habrá que quitarse los zapatos en casa del anfitrión.
Nada de pedir o solicitar alcohol o cerdo..
Japón.
Cuando estemos allí con ellos y por ejemplo mantengamos una reunión lo mejor sera evitar grandes gestos con las manos ya que ellos no las utilizan para expresarse.
Deberemos también evitar la señal de “OK” porque allí significa dinero.
Tendremos que evitar sonarnos la nariz en público porque lo consideran ofensivo.
Si por ejemplo estamos buscando socio allí y conocemos a alguien, será extraño que nos inviten a casa a cenar. Si lo hacen debemos consdiderarlo un gran honor.
Si estamos en restaurantes japoneses, siempre serán ellos los que ordenen la comida.
Si vamos a regalar algo a alguien de allí, siempre deberá estar envuelto pero nunca de papel de regalo blanco (simboliza la muerte). Y nada de regalar por sorpresa, hay que preavisarles.
Las tarjetas de visita deberemos entregarlas con las dos manos.
El saludo habitual es el arco de cadera. Si te saludan con un arco, lo devolveremos hasta la misma altura hasta donde haya llegado. Los ojos deberán mirar hacia abajo y las manos deberán situarse cerca de los muslos.
Rusia.
Está mal visto llevar las manos en los bolsillos.
Nosotros no podremos llegar tarde pero ellos sí. Lo consideran una prueba a nuestra paciencia.
Si nos invitan a cenar, llevaremos un regalo u obsequio.
Si por ejemplo vamos en invierno con guantes y te presentan a algún emprendedor, debemos quitarnos siempre los guantes antes de dársela porque se considera de mal gusto hacerlo con ellos.
No está bien visto que nos riamos ni que hablemos en voz muy alta.
China.
Allí se considera especialmente grave ser impuntual.
La propina, aunque cada vez más común, está mal vista.
Cuando quedemos con ellos, deberemos buscar y saludar primero a la persona de mayor rango.
Independientemente de que ellos se emborrachen en una comida o cena de negocios, nosotros no podremos hacerlo.
Se considera muy ofensivo señalar el dedo. Es mejor utilizar la mano abierta hacia arriba.
Allí nada de hacer reverencias de cintura (eso es propio de los japoneses).