¿Cuántas veces te has cruzado con un cliente que te ha arruinado el día? Millones. Esta problemática la sufrimos todos y es necesario prepararse para mantenerse fuerte. Identificarlos antes de que se vuelvan un verdadero problema es casi una obligación para cualquier empresario que está empezando en esta dura tarea de emprender. Aquí te dejamos algunas pistas que pueden venirte bien.

Anticipa tus movimientos ante un cliente que no necesitas:

1. Los que consiguen que perdamos el tiempo.

El tiempo es el tesoro más valioso que tenemos (tanto como el dinero) y tenemos que ser ultra eficientes a la hora de gestionarlo. Un cliente que te asegura que quiere una cosa pero luego cambia de opinión para finalmente no comprar nada consigue que al final del día seamos menos productivos. Intenta despacharlos lo antes posible. Una jornada dispone de muy pocas horas productivas por lo que debemos evitar emplearlas con aquellos consumidores que interrumpen tu ritmo de trabajo.

2. Los que absorben la energía.

Todas aquellas personas que somos emprendedoras parecemos fuentes inagotables de energía. Un posible cliente que no te ayuda a la hora de hacer una transacción o que no colabora te acaba robando la fuerza. Hay de todo, pasivo agresivos o incluso los que llegan al abuso verbal. No hay nada peor que el mal karma que nos contagian. Mantente lejos de estos “vampiros energéticos” antes de que te contagien.

3. Los que lo regatean todo sin fin.

Hay usuarios que se dedican metódicamente a exigir que bajes los precios. Para nosotros ellos no están valorando lo que ofrecemos y no van a llegar a hacerlo nunca. Utilizar promociones es lo más legítimo del mundo cuando se empieza pero no nos olvidemos cuánto vale nuestro trabajo y por ello tenemos que establecer un límite razonable a cualquier descuento.

4. Los que nunca compran.

Comprara es estupendo y no es nada malo tener en cuenta todas las alternativas del mercado. Los problemas aparecen cuando nos encontramos que con esa actitud se convierte en un patrón que se repite siempre. Aquí es cuando debemos tener cuidado. Cualquier usuario indeciso puede mostrar una conducta que se repetirá constantemente y eso puede ser un problema.

5. Los que critican de manera extrema.

Todos tenemos claro que no todo el mundo se queda satisfecho por mucho que queramos complacerlos. Cuando un usuario critica tu trabajo tienes que validar hasta qué punto son ciertas sus opiniones y mejoraremos en aquello que tengan razón. El tema es que algunos clientes se dedican sistemáticamente a encontrar errores en lo que hacemos. Lo mejor es evitar a este tipo de personas.

6. Los que se retrasan mucho en pagar.

Necesitas que tu negocio tenga un flujo monetario constante y esto es muy difícil si no te pagan. Los que se retrasan no suelen valorar tu trabajo. Es imprescindible que nos defendamos si no nos pagan, porque si nosotros hemos cumplido, ellos también.

No pierdas tiempo con malos consumidores. Evítalos y enfócate en aquellos que sí aprecian lo que ofreces.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *