Es la última tendencia, hablamos del “Internet de las Cosas” o el “Internet of Things”. En pocas palabras, es la conexión de cualquier tipo de dispositivo a Internet. Todo, desde smartphones hasta cafeteras, automóviles y lámparas. Cualquier aparato con un interruptor de encendido y apagado es susceptible de conectarse a Internet. Internet lo ha invadido todo, eso es una obviedad, pero el potencial que tiene ahora mismo en nuestra vida cotidiana es incalculable. Vamos a repasar su potencial renovado.

En muchos sentidos, este movimiento ha sido casi inevitable teniendo en cuenta que (1) el coste de acceder a Internet se ha reducido, (2) se ha incorporado la conectividad del WIFI a muchísimos dispositivos, y (3) la penetración de los terminales inteligentes está aumentando a toda velocidad. El “Internet de las Cosas” es el siguiente paso lógico.

Imagina encender la calefacción con el móvil antes de ir a casa, que tu cesta de la compra y tu pedido del supermercado te llegue a casa cuando el frigorífico detecte que se está quedando vacío o que las luces de tu casa se autorregulen en función de tu factura de electricidad. Así que sí, el Internet de las Cosas está creciendo significativamente, pero tal vez lo más importante desde el punto de vista comercial es el reconocimiento de los beneficios que resultan de la conexión de dispositivos a la red. El potencial de este nuevo mundo para los emprendedores que buscan sacar provecho de un mercado que prevé generar 2 billones de dólares a la economía mundial en 2019 es exponencial.

A diferencia de los directivos de las grandes corporaciones, los emprendedores tienen más libertad para explorar y experimentar con nuevas ideas. Pero ¿por dónde empezar? Aquí están sólo algunas áreas de posible exploración:

  • Ajusta tu coche: a medida que más máquinas hablan entre sí y se integran en los sistemas, el conductor ya no va a tener que preocuparse por las revisiones. Los nuevos coches verdaderamente «inteligentes» te comunicarán cuándo debes ir preventivamente a tu mecánico porque se avecina una avería o cuándo se está agotando la presión de los neumáticos. Además, integrarán referencias cruzadas en tu calendario, citas y sugerencias. Las grandes marcas ya están trabajando en incorporar tarjetas SIM (de telefonía móvil) para geolocalizarse unos a otros y así con ello evitar accidentes.
  • Supervisa tu salud: cuando una receta de un medicamento se esté agotando, recibiremos la cita con el médico directamente a través de Internet para conseguir la siguiente. Nuestro médico será informado con qué frecuencia tomamos las medicinas y nos monitorizarán mejor. A partir de ahí podremos mandarle datos como la presión arterial o los niveles de azúcar. Todo se controlará por nuestros médicos de forma remota, con el paciente en su propia casa.
  • El consumo de energía: los electrodomésticos ajustarán su consumo en función de los precios de la electricidad para reducir la factura energética. Los termostatos  y los sistemas de iluminación conocerán nuestros hábitos para ajustar la configuración óptima basada en nuestra vida diaria, tales como encender la calefacción antes de que lleguemos a casa. Incluso notarán cuando no hay nadie en casa y se apagarán automáticamente para reducir los costes.
  • Conducción: la conducción será mucho más segura. Los semáforos serán capaces de adaptarse a las condiciones del tráfico en tiempo real, como cuando un vehículo de emergencia se acerca. Los sensores de carretera realizarán cambios en el límite de velocidad en base a los accidentes e informarán directamente a los conductores de automóviles sobre condiciones inseguras.
  • Listas de comestibles: los frigoríficos inteligentes sabrán cuándo se están agotando alimentos como la leche y los huevos y rellenarán automáticamente nuestra lista de la compra. Nuestros supermercados nos enviarán recordatorios para enviarnos la compra cuando predigan que se nos acaba la comida y nos harán ofertas personalizadas.
  • Nuestro despertador de la mañana: El tráfico en la ruta al trabajo y las condiciones atmosféricas regularán la hora en que se enciende. Si hay un accidente o se está arreglando una carretera en la ruta habitual, la alarma se encenderá antes o después en función de las circunstancias. Y ya de paso, la máquina de café estará conectada con la alarma y tendrá preparada una taza de café a tiempo.
  • Cuida tu bebé: a través de nuestro smartphone, los padres controlarán la respiración de su bebé, la temperatura y su actividad y si hay algo anormal nos enviarán una alerta.
  • Qué hay en tu cuerpo: muchos aparatos tipo marcapasos o audífonos estarán integrados con diferentes sistemas conectados a Internet para monitorizar a los pacientes.

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