Tal y como sabemos, las redes sociales tienen su propia cultura en el mundo del negocio. Conocer el lenguaje único de cada una de ellas, las normas no escritas, las expectativas que se generan es imprescindible. Adaptarnos a cada una de ellas es una tarea imprescindible si queremos atraer tráfico a nuestros proyectos y de ello vamos a hablar en este post. Vamos a poner ejemplos para ilustrar cómo comportarnos según dónde estemos.
¿Quieres vender una hamburguesa en la India? Adelante, McDonalds lo hizo. Sin embargo sus menús allí no tienen carne de vaca. Así, la hamburguesa más famosa en la India es el Chicken Maharaja Mac. No hay carne de vaca porque el menú tradicional de McDonalds no funciona en una cultura de la India donde la vaca es sagrada. McDonalds tenía que hacer algo diferente para lanzar su marca en ese país. Lo mismo ocurre con las empresas que entran en nuevas culturas y en nuevas redes sociales. Las empresas tienen que respetar el lenguaje en cada plataforma. Hablamos de lanzarse al mundo del social media en este post.
Adaptarse a las normas de Facebook
Los negocios a menudo meten la pata en Facebook. En lugar mimetizarse con la red del señor Zuckerberg a través de una estrategia basada en las relaciones personales, muchos emprendedores y emprendedoras utilizan métodos tradicionales de marketing tales como la publicidad estilo cartel publicitario o el uso de mensajes del tipo “cómprame a mí”. El concepto “relaciones personales” es sagrado en Facebook y tenemos que adaptarnos a ese entorno.
Por eso recuerda que la cultura de Facebook se basa en los contactos entre usuarios. Nadie va diciendo por ahí «estoy deseando no tener amigos». Lo mismo ocurre con la publicidad, a nadie le gusta que aparezca un cartel publicitario al uso en su muro entre las publicaciones de sus verdaderos amigos. Sería algo así como estar en un bar con los colegas y que de repente uno de ellos interrumpiera la conversación para pedir que le compráramos alguna historia que está vendiendo.
Para no desentonar, para mimetizarse con el entorno, para aparentar ser “relacional”, cuando publiquemos en Facebook debemos ser cálidos. Incluso si es posible, utilizar a una persona física (emprendedor propietario, alguien del equipo, alguien de la calle) que hable en nombre de nuestra empresa. Los estudios más recientes revelan que los usuarios de Facebook son más permeables si interaccionan con una persona física que ven o escuchan.
El objetivo que debemos perseguir es el interés no de vender sino de desarrollar relaciones reales en Facebook. Para ello, no seamos tímidos, el rollo “friendly” se nos da bien porque somos emprendedores y estamos obligados a serlo en nuestra vida cotidiana.
¿Dónde jugamos? ¿En Twitter o en Pinterest?
Entender qué hay detrás de cada red social permitirá dirigirnos con la estrategia más eficiente a cada una de ellas. En Pinterest por ejemplo lo tenemos claro, casi el 80% de sus usuarios son mujeres. Por lo tanto, si tenemos un producto o servicio dirigido a un mercado objetivo masculino Pinterest difícilmente cubrirá nuestras expectativas.
Twitter puede ser el mejor intermediario para cualquier tipo de negocio. Todos los tweets se pueden buscar para tu negocio. Así que si utilizas Twitter para encontrar usuarios o consumidores o una plataforma como Hootsuite para encontrar contactos, puedes encontrar clientes buscando a personas que hablan y que les interesan las cosas que tú ofreces. Nuestra recomendación, intenta elegir las palabras más claras y unívocas que puedas. En Twitter se pregunta por servicios y productos de una forma variadísima.
No es fácil atraer a los seguidores correctos y retenerlos. El método prueba y error será el mejor medidor de experiencias.
¿Es Linkedin el campo de cultivo perfecto para los negocios?
Si con tu negocio no tienes buena mano para adaptarte a las diferentes culturas de las redes sociales, Linkedin ofrece una cultura puramente empresarial. Este medio es el “natural” para cualquier emprendedor porque se utiliza el lenguaje técnico, las fotos son profesionales etc.
Sin embargo, es importante seguir siendo respetuosos con la cultura y el mundo de Linkedin cuando participemos. El objetivo es publicar artículos de valor real y no caer en la auto-promoción descarada. A pesar de ser la red social de los negocios por excelencia, debe tenerse muy en cuenta quién es nuestro público objetivo. No es lo mismo pertenecer a una consultora financiera que dedicarte a la venta al por menor. En este último caso Linkedin puede no ser la mejor opción. Seas quien seas, que no se te note que quieres vender. En esta red social te tratan como a un empresario más, casi como un camarada, y se las saben todas.