Corfú es el escenario en que Ulises hizo su última parada durante su mítico viaje a Ítaca. Es actualmente, una de las islas turísticas más concurridas de todo el Mediterráneo, y una de las más importantes de las islas de Grecia. Los amantes de las buenas playas, encontraran un paraíso en Corfú, en medio de pueblos apacibles y una historia que se remonta a tiempos inmemorables.
En Corfú, se combinan la historia y el paisaje de un modo encantador: la costa, con playas entre zonas rocosas y acantilados enormes, alterna zonas de aguas cristalinas con pueblos que conservan sus tradiciones e historia desde hace cientos de años. La isla está situada en el Mar Jónico, en Grecia siendo la más grande de toda la región, con unos 85 kilómetros en su parte más ancha. En la isla, el paisaje se diferencia en dos áreas: en la primera, hacia el norte, de relieve más irregular, con montes elevados que alcanzan hasta los 1000 metros de altura, como el Monte Pantocrátor. El resto de la isla de Corfú, es menos abrupto y posee algunas pequeñas llanuras y valles, siendo además la zona más poblada.
¿Cómo llegar a Corfú?
Para llegar a Corfú, el modo más práctico es hacerlo a través de las conexiones aéreas desde Atenas a la capital de la isla, también llamada Corfú. Ya en la isla, podremos alquilar un coche para recorrerla o utilizar el sistema de transporte público en autobuses. Desde la ciudad de Corfú, parten excursiones a las numerosas islas más pequeñas que existen frente a la costa.
La ciudad capital, es un atractivo en sí mismo, con sus innumerables influencias arquitectónicas, especialmente el estilo veneciano, es una de las ciudades más bellas de todo Grecia. Sede de un bullicioso puerto y el principal aeropuerto, Corfú despliega una oferta que merece conocerse.
Perduran entre su planta urbana algunos testigos de tiempos pasados menos apacibles, con ruinas como la antigua fortificación. Monumentos, iglesias, templos como el famoso Templo de Artemisa y monasterios como el Santeodoros merecen una visita. En la antigua área residencial, pequeños palacetes venecianos entre callejones medievales, casas señoriales y numerosos edificios públicos ofrecen un pequeño paseo por el tiempo. Desde el año 2007, el casco histórico de Corfú, plagado de iglesias bizantinas y latinas, fortalezas venecianas, y ruinas griegas y romanas, fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Es especialmente recomendable la gastronomía típica de Corfú, a base de productos e ingredientes naturales producidos en la isla y mundialmente famosos.
No es casual que el turismo es una de las principales actividades económicas de la isla de Corfú. Desde sus costas y playas, hasta el interior, con sus encantadores valles famoso por sus viñedos y producción de olivas y cítricos, cada rincón depara una sorpresa a los visitantes.