Los vigilantes de seguridad de un Carrefour pillaron ‘infraganti’ a un joven comiéndose una pata de jamón dentro de los probadores. Pero la sorpresa de los empleados llegó después de pedirle la documentación, y es que además de negarse a entregarle sus documentos, les dijo que estaba “en su derecho” y que “lo estaba probando”.

«Sólo he dado 20 mordisquitos, pero no me ha gustado y no le quiero”, afirmó. Los vigilantes, aún incrédulos por la situación, llevaron al joven a las fueras del establecimiento y se lo entregaron a la Policía Local. Según el testimonio de los empleados, “la pata de jamón es de marca y está valorada en 225 euros”.

Los agentes de la Policía Local procedieron a su identificación, y tras un leve interrogatorio lo dejaron en libertad. El joven se enfrenta ahora a una denuncia por parte de Carrefour, acusado de haberle destruido una pieza valorada en 225 euros.

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