El diario digital Vozpópuli fue fundado en 2011 por el periodista Jesús Cacho gracias a la compensación millonaria que obtuvo tras su despido de El Confidencial. Su objetivo, convertirse en el primer diario online y desbancar a su antiguo periódico.

Tras una racha positiva durante los ejercicios de 2014 y 2015, en los que obtuvo unas ganancias conjuntas de 402.501 euros, Vozpópuli volvió a los números rojos en 2016. A los 211.558 euros que se dejó ese año hay que sumar los 22.167 euros de déficit que registró en 2017 y los 118.623 euros (cinco veces más que en el ejercicio anterior) que perdió en 2018. Desde su nacimiento, la publicación dirigida por Jesús Cacho acumula unas pérdidas de 352.349 euros. Por otro lado, la variación de las ratios de EBITDA (-4,29%) y ROI (-6,14%) en el periodo 2017-2018, es indicativa de la baja rentabilidad del negocio y del fracaso de la estrategia de inversión de la compañía.

A pesar de estos malos resultados, la cabecera llevó a cabo a mediados de 2018 una ampliación de capital de 1.200.000 euros. Este importe duplicaba el capital social del medio, que ahora asciende a los 2,4 millones de euros y que se utilizaría, previsiblemente, para compensar las pérdidas de los últimos ejercicios. Además de la ampliación de capitales, durante el ejercicio de 2017 el medio digital recibió un préstamo de 300.000 euros de Ecopolis Digital S.L., una sociedad limitada en la que Cacho figura como único administrador.

Dice Jesús Cacho que su diario pretende “contribuir a la regeneración nacional” recuperando un periodismo que “ejerza su función como contrapoder” frente a los medios que se han convertido en “gustosos rehenes de los grandes grupos de interés políticos y, sobre todo, económico-financieros”. Pero, ante la hoja de resultados de Vozpópuli, la pregunta es clara: ¿quién inyecta dinero en un medio económicamente no rentable?

Durante el año 2016, el medio digital, trató de paliar los malos resultados haciendo una drástica reducción de los gastos de explotación que incluía el despido de trabajadores y trabajadoras. En ese marco de recorte de gastos se produce el despido de tres periodistas que habían manifestado su intención de participar en las elecciones sindicales, dado que la plantilla no contaba con representación alguna. A pesar de que Jesús Cacho negase cualquier trasfondo antisindical en los despidos, Vozpópuli sería condenado por atentar contra la libertad sindical. A esos despidos les siguieron otros en los meses sucesivos. En total once empleados, aproximadamente un 25% de la plantilla de aquel entonces, perdieron su puesto de trabajo. El Sindicato de Periodistas de Madrid denunció que, dado el volumen de los despidos, éstos deberían haberse producido tras la negociación de un ERE que nunca tuvo lugar.

En la actualidad, Vozpópuli tiene contratados a 23 trabajadores y 9 trabajadoras, con lo que menos de un 30% de la plantilla del portal digital son mujeres. La brecha de género no es sólo cuantitativa, sino también cualitativa. Los cargos de mayor responsabilidad del medio como la dirección, la subdirección, la jefatura de opinión, las corresponsalías de política y economía, así como los principales cargos de la mesa de continuidad están ocupados exclusivamente por hombres. Vozpópuli también recibió críticas por sus contenidos machistas y en 2016 tuvo que retirar la sección ‘chica de deportes’ en la que mezclaba información deportiva con materiales sexistas.

Su director y fundador, Jesús Cacho, natural de Tierra de Campos y marino mercante, es un veterano de la información especializado en periodismo económico. Durante sus más de 40 años de profesión ha pasado por revistas económicas como Diario Económico, Mercado o Dinero, semanarios como Tribuna o Época y diarios como ABC, El País o El Mundo. Su trayectoria está ligada a dos grandes nombres de la corrupción financiera de la historia reciente de nuestro país: Javier de la Rosa y Mario Conde.

Desde la sección de economía del diario El País, Cacho ejerció de cronista de la ‘beautiful people’ de mediados de los años ochenta. En el marco de la batalla por el Banco Central, el 25 de junio de 1988 firmaba una noticia falsa que beneficiaba los intereses de Javier de la Rosa, representante de KIO en España y accionista principal de Cartera Central junto a ‘Los Albertos’. Este intento de medrar a favor del financiero catalán fue lo que motivó, según explica el ex director de El País Juan Luis Cebrián, el despido de Jesús Cacho.

El fundador de Vozpópuli nunca ocultó su amistad con De la Rosa y le dedicó palabras como las que aparecieron en El Mundo el 29 de diciembre de 1989: “¿Dónde aprendió Javier de la Rosa ese sexto sentido para los negocios, para las grandes operaciones financieras? […] Ha revolucionado el panorama empresarial de este país y en dos años ha hecho más cosas que toda la clase empresarial en los últimos 40. En Wall Street tendría seguramente una estatua a su nombre”.

El magnate de las finanzas Javier de la Rosa, finalmente condenado por apropiación indebida, supo utilizar los medios de comunicación en favor de sus intereses empresariales. Fue copropietario de La Gaceta de los Negocios, tendría capital en el Grupo Zeta, llegó a poseer el 25% de las acciones de Telecinco y fue un personaje influyente en los diarios El País El Mundo, precisamente a través del periodista Jesús Cacho.

En 1992 Cacho denunciaba desde El Mundo que el Gobernador del Banco de España, Mariano Rubio, había ocultado a la CNMV su vinculación con una sociedad que había obtenido ciertos beneficios. Estallaba el conocido como ‘caso Ibercrop’. De fondo, el enfrentamiento entre dos grandes grupos empresariales: el Banco Banesto de Mario Conde por un lado y el Banco de España de Mariano Rubio por otro. La posición de Conde era defendida por El Mundo de Pedro J. Ramírez (del que el ex banquero era accionista), la de Rubio por Cambio16 de Juan Tomás de Salas (del que Ibercrop era prestamista) y El País de Jesús Polanco y Joaquín Estefanía. Esta batalla reveló hasta qué punto los conflictos de interés entre los poderes económicos se dirimen en los medios de comunicación.

«El periodismo de investigación tiene una condición sine qua non: la independencia con respecto a la empresa y a posibles amistades intocables», decía Cacho en una entrevista. Sin embargo, su práctica periodística, marcada por sus amistades con Jesús de la Rosa y Mario Conde  del que escribió una biografía en tres tomos – apuntan en otra dirección. Jesús Cacho es una pieza fundamental para entender las relaciones de dependencia entre el mundo periodístico y el mundo financiero en nuestro país. Así lo prueba el capital social acumulado durante sus cuatro décadas de ejercicio profesionalEsto nos lleva a una pregunta natural: ¿cuál es el papel de su nuevo medio digital, Vozpópuli, en el entramado mediático financiero?

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