Mallorca, Menorca, Ibiza y Formentera han presentado en la feria de turismo Fitur sus respectivas ofertas turísticas para 2023, que reivindican el tradicional «turismo de sol y playa», pero también la sostenibilidad, la inclusividad, la tradición y las vacaciones en familia.
Así, mediante sus campañas para atraer nuevos visitantes, cada una de las cuatro islas baleares destaca para esta temporada una característica diferente.
MALLORCA: LA INCLUSIVIDAD
La apuesta de la más grande de las islas es el «turismo inclusivo, sin barreras, para que cualquier persona pueda disfrutar de la experiencia», ha señalado la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera.
Su compromiso con la inclusividad le ha valido ya el reconocimiento de la plataforma TUR4all de turismo accesible y se materializa en el primer proyecto al respecto: una guía interactiva en línea para que los visitantes puedan consultar los servicios, las playas accesibles o las actividades que pueden realizar.
«El turismo es democracia y tiene que llegar a cualquier persona, sea cual sea su condición», ha sentenciado Cladera.
MENORCA: EL INTERIOR
Menorca, al igual que el resto del archipiélago, «es sol y playa y siempre lo será», pero también tiene unos «interiores boscosos, senderos y rutas cicloturistas» por descubrir, como ha señalado la presidenta del Consell de la isla, Susana Mora.
Su cultura, su gastronomía con «más de doscientos productos diferentes de carácter biológico» o sus «más de 1.500 yacimientos arqueológicos de la Menorca talayótica» son algunas de las particularidades más destacadas de la isla.
«Venir a Menorca es una experiencia que debe vivirse al menos una vez en la vida», ha asegurado Mora, pues, según testimonios de sus propios visitantes, «Menorca es paz, es magia, es cultura, es preciosa».
IBIZA: VACACIONES EN FAMILIA
Los «prejuicios» ocultan a veces «las mil caras de Ibiza», según su director insular de Turismo, Juan Miguel Costa.
Por ello, quiere recuperar un turismo familiar que durante años ha servido para crear «una conexión especial con la isla» a partir de establecimientos y propuestas específicas, como «El Festín», el festival de teatro infantil, y el ciclo de actividades «La platja està oberta tot l’any» (‘La playa está abierta todo el año’).
En definitiva, en palabras de Costa, Ibiza «es un lugar idílico donde las familias encuentran aquello que buscan y donde fomentan vínculos que van más allá del mero turismo».
FORMENTERA: EL MIMO
La llegada de turismo a Formentera hace cuatro décadas supuso una mejora económica, pero también un reto para los habitantes de la más pequeña de las cuatro grandes islas baleares.
Conforme fueron aumentando los visitantes y comenzando a acechar los grandes turoperadores, la isla pitiusa tuvo que esforzarse por «salvaguardar su identidad única dentro de un mundo cada vez más globalizado», ha recordado la vicepresidenta del Consell y consellera de Turismo, Alejandra Ferrer.
Y es precisamente este «mimo» por parte de sus habitantes, su sostenibilidad y su protección de la posidonia, su tradición y su tranquilidad lo que más destaca de sí mismo este pequeño territorio de apenas veinte kilómetros de punta a punta, de arena blanca y aguas cristalinas, como bien resume su eslogan: «Cuidemos de Formentera y ella cuidará de nosotros».