Cuando se acerca el verano a veces resulta complicado encontrar la tranquilidad en las playas de Ibiza. Es entonces cuando la mejor opción es conducir algunos kilómetros en busca de calas y playas solitarias en Ibiza. En éste post seleccionamos algunas de las playas más bellas y tranquilas de la isla. Haz click sobre los nombres de las calas para ver el mapa.
1. Cala Llentrisca
Esta diminuta cala de piedras se encuentra a unos 3 kilómetros de Es Cubells. Es una de las más tranquilas de la zona. Sus aguas cristalinas son perfectas para nadar y practicar snorkel.
2. Cala Olivera
Menos de cuatro kilómetros separan Cala Olivera de Cala Llonga. Su situación, pasada la urbanización Roca Llisa, y el abrupto camino que hay que atravesar para llegar a ella, convierten a esta cala en una de las de menor afluencia de bañistas de la zona. Aunque es cierto que en los últimos años ha ido sumando adeptos. Tiene una parte de rocas (ideal para quienes buscan 100% tranquilidad y una pequeña zona con arena y algunas hamacas.
3. Atlantis (Pedrera de Cala d’Hort)
Lugar paradisiaco sólo apto para quienes gocen de buena forma física, ya que para llegar hasta aquí debemos descender un empinado dunar (complicado en el camino de vuelta). Esta antigua cantera de piedra pertenece a la reserva natural de Cala d’Hort y la encontramos a sólo 7 kilómetros del municipio de Sant Josep. Sus piscinas naturales y sus aguas completamente cristalinas son un atractivo único, aunque conviene tener en cuenta que el baño puede ser peligroso cuando hay fuerte oleaje.
4. Cala d’ Albarca
También llamada ‘Cala Aubarca’ por los habitantes del lugar, ofrece al visitante uno de los mejores baños de la zona norte de la isla. La encontramos a unos pocos kilómetros de San Mateu, está declarada como ‘Zona de especial interés Natural’ y ofrece un paisaje típico del norte de Ibiza: con frondosos bosques de pinos e imponentes acantilados que miran hacia el mar. Cala d’ Albarca es una de las playas más virgenes de la isla, y en muchas ocasiones podremos disfrutarla en completa soledad.
5. Cala d’en Serra
Situada a 9 kilómetros de Sant Joan y muy cerca de Portinax, Cala d’en Serra es una minúscula cala en medio de una zona completamente virgen y con aires puramente mediterráneos. Cuenta con un pequeño chiringuito y algunas casetas varadero. Para el baño aconsejamos el uso de escarpines para evitar dañarnos con rocas y erizos. Las gafas de bucear son obligatorias para curiosos y amantes de la naturaleza.
6. Cala Xarraca
Dependiendo de la época Cala Xarraca puede resultar más o menos solitaria, ya que en los últimos años ha ido ganando popularidad entre turistas y residentes. Cala Xarraca es una visita obligada para los amantes del snorkel, que encontrarán en este enclave un auténtico paraíso para practicarlo.
7. Es Canaret
Minúscula calita situada junto a Cala Xarraca y a 6 kilómetros de San Joan, con aguas turquesas y fondos arenosos. Hasta hace poco resultaba complicado llegar hasta aquí, pero ya dispone de un camino habilitado. Quizás por ello es aún desconocida por muchos residentes de Ibiza.
8. Punta Galera
En la costa de San Antonio y pegada a Cala Salada encontramos Punta Galera, una de las calas más conocidas por nudistas y amantes del buceo. Aunque no dispone de arena para tumbarse, sus enormes planchas de piedra lisa ofrecen cierta comodidad para extender la toalla. Compone uno de los paisajes más bellos de la zona. La nula señalización para llegar es uno de los motivos por los que Punta Galera nunca se encuentra masificada de bañistas.
9. S’Estanyol
Uno de los ‘remansos de paz’ más cercanos a la ciudad de Ibiza (a sólo 4 kilómetros). Un incómodo camino de tierra impide que S’Estanyol se llene de visitantes. Cuenta con una zona de arena y piedras para tumbarse, y una hilera de casitas varadero, donde podemos asentarnos si buscamos absoluto silencio. S’Estanyol tiene además un agradable chiringuito en donde reponer fuerzas.
10. Cala Codolar
De todas las calas mencionadas en esta lista, Cala Codolar (situada a 7 kilómetros de San Josep) es quizás una de las que más afluencia de bañistas recibe. Pese a ello, es raro verla masificada y siempre ofrece un ambiente tranquilo y agradable. Los días de poco viento sus aguas son un auténtico escaparate para observar el fondo marino con o sin gafas. Cuenta con un pequeño chiringuito y servicio de alquiler de tumbonas.