No puedes viajar a Mallorca sin acercarte a conocer Pollença, una de las localidades más especiales de la isla. Un recorrido por el pueblo y sus alrededores te brindará la oportunidad única de descubrir maravillosos paisajes en los que el mar y la montaña se unen y, a su vez, de conocer sus interesantes tradiciones e historia.
La plaza Major es el centro de Pollensa y donde seguro que acudirás a tomarte algo en sus bares si visitas Mallorca en verano. Además podrás entrar a conocer la iglesia de la ciudad, con su interesante mezcla de elementos barrocos y neoclásicos. A partir de aquí te sugerimos continuar recorriendo Pollensa por la plaza de l’Almoina y su popular fuente del Gall, el oratorio de Sant Jordi y el viejo convento de los jesuitas del edificio de Monti-sion, donde destaca el claustro.
Otros de los lugares turísticos y culturales de Pollensa que no puedes perderte son los jardines Joan March, donde está instalado uno de los centros culturales más importantes de la ciudad, ya que acoge el Museo Municipal y el Certamen Internacional de Artes Plásticas y el Festival Internacional de Música.
Para acabar, un par de lugares a las afueras de Pollença que seguro te encantará conocer por su gran belleza y la de su entorno natural: el pequeño santuario de Roser Vell, datado en el siglo XIV, y el puente Romano de la calle del Pont y del que, pese a su nombre, se desconocen sus orígenes por ser demasiado antiguos.