Que Mallorca es una isla preciosa lo sabemos. De un simple vistazo Mallorca ya enamora y seduce al visitante, engancha en definitiva. Pasar unos días en esta isla balear no es solo acudir a uno de los destinos turísticos más importantes del mundo, es -curiosamente y en contraposición a su gran potencial como receptora de visitantes- regresar a una olvidada paz interior, equiparable a una cura balsámica del espíritu, no en vano fue conocida como la isla de la calma. Hoy vamos a descubrirte rincones de Mallorca que no debes perderte y que sin duda alguna certifican el encanto de la isla.
Llucalcari, imagen idílica de un destino de ensueño.
Este pequeño municipio a tres kilómetros de Déia, a cuya cala solo se puede acceder a pie, se encuentra en plena costa de la Sierra de Tramontana. Representa una imagen de lo que puede concebirse como unas vacaciones de relax y desconexión. El atractivo de Llucalcari reside en que ha sabido conservar su esencia, sin sufrir la sobreexplotación turística. Este pueblo presenta vestigios de lo que en su día fue la fortaleza de la ciudad: las torres de defensa desde la que se avistaban a los piratas. De dichos fortines en la actualidad quedan medianamente conservadas tres de ellas.
Los aficionados al nudismo escogen desplazarse hasta una pequeña calita donde no solo el naturismo tiene cabida, también los tratamientos de bienestar que los propios visitantes se realizan con el barro con el que cubren su cuerpo para, según dicen, combatir el estrés.
Cala Matzoc
Indiscutiblemente, si perderte entre parajes inexplorados es lo tuyo, Cala Matzoc es tu destino cuando estés en Mallorca. Esta playa poco frecuentada se encuentra en el noreste de Mallorca (hoteles en Mallorca), en el término municipal de Artá y no es accesible ni siquiera en vehículo. Su nombre procede de la Torre des Matzoc. En sus alrededores encontrarás vegetación en estado salvaje, entre la que podrás encontrar matorrales típicos de terrenos costeros como el tártago de mar, sabinas, incluso un bosque de pinos. Su morfología, rodeada de acantilados, puede prevenir en parte los fuertes vientos pero se encuentra frecuentemente expuesta a estos fenómenos naturales.
sa Pedra de sase, Banyalbufar
Esta protuberancia rocosa es rica en restos fósiles, muchos de ellos peces y artrópodos. Se ubica a tan solo tres kilómetros del municipio de Banyalbufar (Bañalbufar), pequeño pueblo típico de pescadores ubicado también en la Sierra de Tramontana, y puede accederse tanto a pie como en tu propio vehículo. Es una playa de arena con espacios vegetales protegidos y fuerte oleaje, muy poco transitada, donde olvidar el reloj y poner en práctica, por ejemplo, tus dotes de caminante.
¿Conocías alguno de estos maravillosos parajes?, como ves, no todo aparece en las guías de viajes. Pero, además de la información que te hemos brindado, no dudes en preguntar a los lugareños para que te hablen de estos y otros maravillosos rincones de Mallorca.
Aquí te dejamos con una maravillosa estampa de un atardecer en de uno de los parajes de los que te hemos hablado: Llucalcari.
Más información sobre Mallorca en estos enlaces que te mostramos a continuación: