El Ayuntamiento de Palma ha informado que el 22 % de mujeres que ejercen la prostitución en Palma son víctimas de explotación sexual en la capital, lo que supone un total de 318 mujeres, la mayoría extranjeras.
Así lo han explicado la teniente de alcalde de Servicios Sociales, Lourdes Roca, y la socióloga municipal Lourdes Cano en una rueda de prensa con motivo de la presentación de la Memoria Anual 2022 del informe “Identificación de casos de tráfico con fines de explotación sexual”.
“Se trata de un delito que afecta principalmente a las mujeres” y que, además, “está estrechamente relacionado con “la feminización de la pobreza y la subordinación de las mujeres en la sociedad”, ha manifestado Roca.
En este sentido, los datos registrado durante 2022, indican que el 98,6 % de las víctimas registradas en Palma son mujeres, el 0,5 % son trans y el 0,6 % hombres.
De las víctimas contabilizadas, el 52 % son consideradas como tal porque se han constatado una serie de indicios, en el 32 % de los casos la víctima ha reconocido su situación y han denunciado tan solo un 17 %.
Según el informe el 99 % de las víctimas de trata tiene nacionalidad extranjera. En concreto, el 49 % proceden de Latinoamérica, el 38 % de África, el 6 % de Asia y el 4 % de Europa. Las españolas representan un 1 % del total.
De acuerdo con el rango de edad, la mayoría de las víctimas tiene más de 25 años. Los grupos de edad más numerosos son con un 45 % de incidencia los que van de los 25 a los 34 años, y con un 34 % los de entre 35 y 44 años.
Según ha informado la socióloga, seis de cada diez víctimas no cuenta con permiso de residencia en España. El 54 % por encontrarse en una situación administrativa irregular y el 7 % por estar en trámites de regularización, “lo que dificulta mucho que denuncien”.
A pesar de disponer de sanidad gratuita en el país, el 17 % de las víctimas de trata no dispone tarjeta para la cobertura sanitaria, en cambio, la proporción de víctimas que sí cuenta con cobertura sanitaria ha aumentado 11 puntos porcentuales respecto al 2021.
De acuerdo con los datos, el 45 %, el 27 % vive en una casa prostíbulo, es decir en una vivienda privada, piso o casa, que sigue el funcionamiento de un burdel. El 15 % reside en una vivienda alquilada que comparte con otras personas, y un 6 % de las víctimas no dispone de un domicilio estable.
En estos últimos años se ha visto un incremento en la explotación sexual en domicilios, “lo que dificulta la actuación y protección de las víctimas”, ha incidido Cano.
Para concluir, la socióloga ha informado que el 63 % de las víctimas tiene personas que dependen de ellas. En concreto, la mitad tiene al menos una persona a cargo, el 27 % dos y el 23 % restante más de tres personas.