Quien diseñó este trazado sigue siendo un misterio, ya que no hay ningún decreto en ningún archivo histórico donde se determine que rey, general o funcionario público civil lo creara. Sin embargo, ya en el siglo XVIII existía el camino como elemento de vigilancia militar frente a una costa convulsa en una época en que las invasiones eran constantes.
En el Archivo Histórico de Mahón, en el Libro de los acuerdos de 1731 a 1736, se hace referencia a un camino usado tanto por militares como pobladores civiles para rodear la isla.
Recorrido histórico
Considerado como patrimonio histórico de la isla, y declarada de interés cultural por la CAIB, en la actualidad se lleva a cabo un trabajo de recuperación del trazado de la carretera original, así como las tareas de diálogo con los propietarios de las fincas colindantes para prohibir el acceso de coches y motocicletas.
El Consell insular de Menorca viene trabajando en una ley que tiene por objeto establecer un paseo que siga el mismo diseño original del Camí de Cavalls, cuyo uso es de interés público con fines de permitir el uso general, libre y gratuito, como un medio para recuperación y restauración.
Una manera diferente de ver y entender Menorca
Este sendero permite recorrer todo el perímetro de Menorca (unos 200 kilómetros) a través de un paisaje idílico y relajante que no tiene nada que ver con la otra cara de la isla que ofrece fiestas, deportes y diversiones más mundanas.
Los menorquines han luchado durante años para recuperar esta vía que había caído en desuso mediante extensivas labores de limpieza y colocación de barreras ente las propiedades privadas y el camino público.
Uno de los puntos más complejos en la recuperación del trazado original fue negociar con los propietarios de fincas privadas para solicitar el derecho de vía a lo largo de este camino que atraviesa a mucha de ellas.
Muchos de los propietarios de tierras impidieron la circulación e incluso llegaron a poner un muro en el camino, lo que llevó al Gobierno Menorquín a expropiar y declarar de uso público todo el recorrido.
En Menorca los muros o “paret seca” se encuentran por toda la isla para delimitar las propiedades de las carreteras, por lo que en muchos lugares del Camí de Cavalls podemos ver algunas secciones amuralladas que acompañan a los viajeros desde hace más de 300 años, pero que siguen en pie del mismo modo que en sus épocas más ajetreadas.
Muros y caminos
El origen de la colocación de muros en los lindes de las fincas surgió por los apilamientos de rocas que hacían a un lado para sembrar la tierra. Los agricultores se dieron cuenta de que las rocas cortaban el viento y protegían a las plantas de las ventiscas, por lo que las áreas cercanas a los muros eran las de plantas en mejor estado. Es por eso que en muchos de los bordes de los caminos se pueden ver pequeñas murallas o rocas amontonadas.
En décadas recientes se derribaron muchas de estas paredes para dar paso a maquinarias y coches porque el uso de invernaderos sustituía con mucha mejor eficiencia el uso rudimentario de las murallas.
El Camí de Cavalls, a pesar de no estar completamente rehabilitado en el modo que quieren los menorquines, atrae a muchos senderistas y jinetes de todos lados, aquellos que quieren andar sobre las huellas de quienes vivieron en una época tan encantadora como volátil.