Se trata de un asentamiento o poblado prehistórico, es un importantísimo yacimiento de Menorca y sus orígenes se encuentran en la época pretalayótica. Destaca por ser el único de todas las islas que todavía poseen la totalidad de la muralla que lo rodea.
Es posible distinguir en la fortificación o muralla algunas técnicas constructivas, probablemente se corresponden con épocas diferentes en las que se realizaron algunas reformas.
Pegados al muro se encuentran restos de lo que fueron algunas torres, en el interior de éste área se pueden ver los restos de varias habitaciones, cinco talayots y la estancia de taula o santuario.
El asentamiento está conformado en forma de “L”. Las construcciones tienen un carácter funerario perteneciente a períodos pretalayóticos, es decir Bronce Antiguo.
Junto al lado más corto de la “L” pegado a la muralla, podemos ver el primero de los talayots, es bastante grande e impresiona su tamaño. Se encuentra bastante enterrado y hay piedras amontonadas por los agricultores (payeses) al cabo de los siglos.
Por la zona interna de éste yacimiento arquitectónico, el Talayot está cercado por el muro.
En el santuario hay algunos monolitos en pie y también tumbados o caídos. Si vamos por la vía que rodea la muralla, en la zona occidental, existe otro monumento monolítico con un dibujo antropomorfo.
Solo hay una entrada al interior del poblado, podemos verla en la parte noreste. Esta es una puerta con dintel, un hallazgo importante y que posteriormente fue restaurada.
Al excavar más, los arqueólogos se dieron cuenta del potencial sedimentario que disponen estos restos.