El ajedrez fálico nos da la oportunidad de hacer realidad aquel legendario sueño que siempre se nos había escurrido entre los dedos: pensar estrategias de ataque mientras nos tocamos el cimbrel a dos manos. Compuesto de 32 piezas viriles (aunque un par no tanto), el ajedrez fálico hará las delicias de los estudiantes de urología entre clase y clase. Así de paso también aprenden algo del otro órgano reproductor: la Reina de este ajedrez pervertido está representada por una vulva señorial.
El inventor de esta obra fálico-maestra dice que está hecho a mano, principalmente de plástico y que viene genial para San Valentín. Nosotros creemos que viene mejor para regalo de bodas de oro o para dársela al jefe en el último día de trabajo.