A todos nos gusta cuidar nuestra memoria. Hacemos todo lo posible para tenerla entrenada, porque la necesitamos a la hora de disfrutar de una vida plena. Y a veces nos olvidamos de que la memoria es algo que se debe cuidar, que hay que mimar, puesto que nunca sabemos cuándo puede llegar el día en el cual sufra un problema y comencemos a notar el deterioro de la misma. Por suerte, la muy buena noticia que podemos comentar es que la memoria puede recibir apoyo de muy diversas direcciones. Una de ellas está representada por la alimentación. Hay muchos alimentos de distintos estilos que pueden beneficiar a la memoria y que así podamos mantenerla sana de una manera mucho más adecuada. En este artículo hablaremos de varios de estos alimentos, pero muy atentos porque seguro que próximamente volvemos a hablar de este tema… ¡al menos si nos acordamos!
Memoria en condiciones con el pescado
Todos los que seáis de esos que no comen pescado o que prefieren ignorar “cualquier cosa que venga del mar” deberíais comenzar a cambiar los hábitos. Vuestra memoria quiere que comáis un poquito de pescadito. Necesitamos comer pescado porque es importante que mantengamos una buena dosis de ingesta de Omega 3 y una gran cantidad de este componente se encuentra en los pescados.
Algunas de las principales recomendaciones que os hacemos incluyen las sardinas o el salmón. Hay muchas otras propuestas, así que solo es cuestión de elegir el pescado adecuado. Con el Omega 3 os estaréis asegurando de que vuestras células cerebrales se encuentren en el mejor estado de salud y que nunca tengáis que preocuparos por olvidar nada.
Nueces
¿Os habéis fijado que las nueces, cuando están completas, parecen pequeños cerebros? ¡Es muy curioso! Pero todavía es más curioso que las nueces sean beneficiosas para nuestra memoria. Diversos estudios han demostrado que las nueces ayudan a reforzar la memoria y a prevenir enfermedades tan graves como el alzheimer. No debemos excedernos en su ingesta, dado que “a palo seco” pueden ser indigestas y además engordan bastante. Pero sí que nos vienen bien como complemento. Por ejemplo, en una ensalada de verano o en la preparación de una receta de pollo al horno.
Pollo y pavo
Siempre se suele dejar la carne fuera de las listas de alimentos recomendados para evitar enfermedades y nosotros ya sabéis que queremos optar siempre por un enfoque de equilibrio. Por eso os recomendamos tanto el pavo como el pollo. El motivo es que en ambas carnes nos encontramos con una fuerte cantidad de vitamina B12, la cual se ha demostrado que es muy beneficiosa para nuestro cerebro. No os preocupéis si no sois muy amigos de estos alimentos, puesto que otra recomendación en paralelo es que consumáis huevos. Y ya sabéis, por lo que os hemos comentado en nuestras publicaciones, que los huevos se han vuelto a poner de moda desde hace poco. Así que… ¡a comer huevos!
Café
Queremos ser transgresores y aunque el café suele ser una de esas bebidas que todos tomamos y que muchas personas intentan que abandonemos, para esta función del cerebro supone una ayuda. Los expertos coinciden en que la dosis de cafeína que proporciona el café es un buen apoyo para que nuestro cerebro se mantenga activo y en alerta, sin sufrir problemas que lleven a su deterioro. Lo que sí debemos hacer es eso que nosotros siempre os recomendamos: que no os excedáis en el consumo de nada y que intentéis ajustarlo todo para que no os produzca consecuencias negativas. En lo relacionado con el café es bueno que lo tomemos quizá en dos tomas. Uno por la mañana en el desayuno y otro, por ejemplo, después de comer. Las personas que lo toman por la noche deberían revisar sus hábitos, puesto que no dormir de forma adecuada puede ser contraproducente para el organismo en distintos aspectos.
Apio
Hemos sido un poco malvados y para el final hemos dejado algo que no resulta tan suculento como el pollo, el pavo o el café: el apio. A nadie se le pasa por la cabeza de repente una idea como “voy acomerme un apio”, pero es algo que debemos intentar introducir de una u otra manera. Lo bueno es que el apio da mucho juego y no importa cómo lo preparemos o consumamos siempre y cuando lo tengamos en mente para que pase a formar parte de nuestra dieta.
Los beneficios del apio son elevados, puesto que dirige a nuestro cerebro la sustancia luteolina, con la cual nuestro cerebro tiene asegurado que su proceso de envejecimiento será más lento de lo normal. Y como los problemas de memoria se generan sobre todo cuando esta parte del cuerpo se deteriora a un ritmo más acelerado de lo habitual, la luteolina puede significar que tengamos un apoyo en momentos críticos. Pero su combinación con los otros alimentos aquí indicados es, sin duda, lo más recomendable.