Por estas fechas, en Mallorca, es muy típico elaborar las conocidas pastas secas llamadas “Crespells”. Estas pastas están hechas básicamente de harina, yema de huevo, manteca de cerdo, azúcar y aceite de oliva.
Su forma varía dependiendo del molde, pero abundan las figuras de estrellas, flores y corazones. Se dice que su origen es judío y una de las formas más repetidas, la de la flor de seis pétalos, es en realidad la estrella típica judiomusulmana formada por dos triángulos superpuestos.
Tradicionalmente se comían por Pascua, pero hoy en día, podemos encontrar estas exquisiteces en cualquier día del año.
Ingredientes:
1 kg de harina
250 g de manteca de cerdo
300 g de azúcar
1 vaso de zumo de naranja
1 vaso de aceite de oliva
1 vaso de mistela
3 yemas de huevo
Azúcar glass (para servir)
Preparación:
Precalentar el horno a 190ºC.
Se necesita un bol lo suficientemente grande par poder trabajar la masa sin problemas. Echar la harina en el bol, hacer un agujero en medio y verter el aceite, el zumo de naranja, la manteca, el vaso de mistela, el azúcar y las yemas de huevo.
Mezclar todo bien y amasar hasta que quede una masa compacta pero tierna.
Estirar la masa en la zona de trabajo con el rodillo hasta que quede con un grosor de medio centímetro. Cortar la pasta con los moldes y colocar en una bandeja de horno previamente engrasada o forrada con papel vegetal.
Bajar la temperatura del horno a 180ºC y cocer las pastas durante unos 20 minutos, vigilando para evitar que se quemen.
Sacar del horno y colocar en una bandeja grande. Cuando estén fríos se puede espolvorear con azúcar glas y servir.
La medida de vaso que hemos utilizado es la de un yogur. Los crespells pueden guardarse en un bote hermético durante más de una semana.