Hay pocas personas a las que no les guste comerse un buen helado aprovechando el calor del verano. No es que vayan a saciarnos, pero siempre nos refrescan. Pero si estamos a dieta está claro que no vamos a poder recurrir a los helados que encontramos en las tiendas, aquellos comerciales que apuestan por el chocolate o por texturas más calóricas. En lugar de esto lo que debemos hacer es optar por la preparación casera de helados light, con los que saciaremos nuestras ansias de algo fresco y además no afectaremos a nuestra dieta de ninguna manera. Las recetas que os vamos a proporcionar son muy sencillas, así que estamos seguros de que acabaréis preparando unos estupendos helados en casa.
Helados light, receta del hielo
Sabéis por nuestras anteriores publicaciones que no somos muy de seguir las “recetas de la abuela”. Nos gustan más los métodos modernos y las nuevas tendencias. Pero hay ocasiones en las que nos tenemos que remitir al pasado para disfrutar del presente. Es el caso de lo que nos encontramos con la primera receta para la preparación de helados de dieta. Nos referimos a los polos caseros. Seguro que todos reconocéis los polos por mucho que en los kioskos de playa ya no tengan una gran presencia. Son los helados de sabores, normalmente de un único color, que tienen una textura durita y un sabor intenso, así como una temperatura muy reducida para quitarnos el calor con rapidez. Este tipo de helado nos da la inspiración para la primera receta.
No es otra que los helados de hielo de toda la vida. La preparación es tan sencilla como comprar unas cubiteras en forma de helado (las venden en cualquier tienda y son muy baratas), llenarlas del sabor que más nos guste, meterlas en el congelador y esperar a que estén totalmente congeladas. Si no queremos comprar cubiteras de helado algo todavía más económico es recurrir a las cubiteras normales, las de cuadrado que se usan para hacer cubitos que ponemos en los refrescos. En este caso luego comer los cubitos es un poco más incómodo, pero el resultado va a ser el mismo e incluso quizá os divirtáis al meteros los cubitos enteros en la boca para saborearlos.
¿Qué sabores podéis elegir para estos helados de hielo? Pues hay millones de ideas. Cualquier cosa que se os ocurra puede servir siempre y cuando os guste el sabor. Para los niños es una buena opción el hacerles helado de hielo de leche. Le podemos poner Cola-Cao o un toque de canela. Si tenemos frascos de esencia de vainilla o de fresa también es posible espolvorear un poco, lo que ayudará a darle un sabor más especial. Otra opción son los refrescos, de cola, de naranja o de limón, entre otras muchas variantes. En realidad, como os decimos, los helados caseros de hielo son tan fáciles de preparar que encontraréis mil y una ideas de cómo hacerlos.
Helados con leche y batidora
La otra receta que os vamos a dar es parecida, pero un poco más complicada. Lo que conseguiremos en este caso será un helado con un poco más de textura que seguirá siendo igual de light, así que por eso no os tenéis que preocupar. El proceso requiere el uso de una licuadora, donde meteremos los distintos ingredientes para conseguir la mezcla que pasaremos, en última instancia, a congelar.
En la licuadora habrá que poner leche desnatada y las frutas que hayamos elegido, mezclándolo todo bien hasta que consigamos una textura adecuada. También le podemos poner yogur natural, lo que proporciona un buen apoyo a la hora de conseguir un helado similar al que se comercializa en las heladerías. No obstante, nosotros tenemos el control de los ingredientes y sabemos que, por ejemplo, no estamos poniendo más azúcar que la que le proporciona al helado la propia fruta. En otros casos hay personas que le ponen stevia, dado que ayuda a darle un sabor más dulce al helado casero sin que luego nos pase factura.
Para un tipo de helado con una textura menos consistente también podemos cambiar la leche por agua, siendo especialmente recomendable que lo que utilicemos sean cubitos de hielo, dado que de esta forma la temperatura será más reducida de forma inmediata. Esta es la manera en la que se preparan algunas de las bebidas frías en cafeterías durante el verano, así que no hay duda de que es una buena idea también para nuestro hogar.
Con estos consejos y recetas os queremos hacer ver que por mucho que los helados no parezcan lo más sano para nuestra dieta sí es posible recurrir a una forma de disfrutarlos sin que luego nos tengamos que sentir mal. Los helados light son la respuesta a nuestros deseos y a la necesidad que tenemos de sentirnos más frescos y de tener algo que nos refresque en los momentos de verano en los que el calor está a un nivel más intenso.