Això era i no era…
Mi historia empezó hace 13 años atrás cuando llegó a casa un nuevo integrante, mi Duck, nuestro cachorro pastor alemán mestizo. El estuvo con nosotros cerca de cuatro años. Éramos uña y carne e inseparables. En mi pueblo que viví por 25 años, Porto Cristo, me tenían bautizada como ‘la niña del perro’ ya que no nos despegamos. Un día llegué de clase y mi perrito ya no estaba en casa, pues mi padre lo entregó a una familia, supuestamente de extranjeros, la cual nos dijeron que no podíamos saber donde vivían y no obtener nunca más noticias de Duck. Mi alma se partió en mil pedazos y una parte de mí se fue con el. Sentía un vacío en mí. Tan solo era una niña y pedía con todas mis fuerzas al universo que la familia que lo tuviera lo tratara de la mejor manera, así como se lo merecía mi animalito.
Aquí entra la intrahistoria…
Actualmente llevaba un mes o más buscando adoptar un nuevo perrito y dar el paso y la oportunidad a otro animal de ser mi acompañante. La verdad es que fue más difícil de lo que esperaba, la vida me estaba presentando muchas trabas y ya dicen que cuando la vida te las pone en bandeja es porque algo mejor te espera.
La tarde/noche del jueves 13 de enero buscando por Facebook perritos en acogida/ adopción encontré una publicación de una chica llamada Ana Rodríguez la cual apoyaba y difundía con todas sus fuerzas desde Almería la situación de un pastor alemán abuelito llamado Nico que fue abandonado hace casi un año por su antigua familia. Miles de difusiones y recaudaciones se hicieron para ayudar con la situación de la criatura, para sus pruebas y cuidados. Además enfermito con artrosis. Pues bien, al ver esa publicación quedé hipnotizada. Estuve alrededor de dos horas mirando y remirando. Nico era una réplica de mi Duck, mi instinto no paraba de decirme que era el. No sabía si todo era fruto de mi imaginación pero mi instinto a mis 26 años no me a fallado nunca y decidí hacerle caso. Me puse en contacto con la chica de la península y le conté que estaba convencidisima que era mi perro después de hacer comparaciones con fotos y vídeos. Las mismas manchas, el mismo pose, las orejitas y sus cortes igual, el movimiento de su colita, su edad era muy aproximada a la suya(pues nunca llevó chip para que los veterinarios pudieran deducir edad exacta). Eran muchas coincidencias, mucho parecido y mi interior que no paraba de recalcarme que era él. Yo no lo veía nada imposible, al reves estaba más que segura. Ana me comentó que Nico estaba en una residencia(Dogs For U) especialidada en pastores alemanes. Situada en Mallorca(Inca) y la responsable es Cornelia Ks, la mujer que se encarga de todos los animalitos que están con ella. Nos pusimos de acuerdo y día 14 por la tarde fui a verlo presencialmente para quitarme esa espinita del 0,01% de posibilidad que NO fuera el. Mi cuerpo no paraba de temblar de nervios, estaba a punto de enfrentarme a uno de los mejores momentos de mi vida. Cuando salió el perro y lo vi cara a cara más creía que era Duck y el conmigo mostró un comportamiento totalmente diferente al resto de desconocidos.
Finalmente la historia termina de la siguiente manera…
El perro me reconoció, SIII!!! Era el, era mi pequeño cachorro hecho todo un grandullón. Que todavía guardaba sus dientes de leche, su collar y correa, hasta un bigotito. No daba a crédito, era una sensación de ensueño. Difícil de medir en palabras. Pellizcaba mi piel para verificar que no soñaba despierta. El reencuentro más bonito que me a podido brindar la vida. Como comprenderéis, lo adopté y ahora vivimos juntos. Necesito pasar sus últimos momentos con el y darle la mejor calidad de vida que tanto se merece. Iniciando y terminando nuestra historia juntos y seguir siendo esa niña con su perrito inseparable.
Escribo este artículo con el aquí, a mi lado. En mi cara no paran de rodar lágrimas de emoción y felicidad al escribir esta historia y revivirla bajo mis letras para poder compartir con todos ustedes.
Ante todo quiero agradecer a Cornelia y Ana todo el trabajo, esfuerzo, sacrificio, cuidado, apoyo y difusión de ayuda que le dieron al animal. Son mis nuevos ángeles de la guarda. Conmigo se portaron increíble y con ellos aún más que ya es decir.
A Maria Antonia que me trajo al perro hasta casa y por su labor. Gracias al diario Balear por darme la oportunidad de compartir algo tan bonito y a todo el apoyo y contribuciones por redes de todos vosotros.
Quería recalcar lo importante que pueden llegar a ser las redes sociales, la difusión y el apoyo mutuo independientemente del sitio o el no conocerse. No importa la distancia, visto y comprobado me quedó.
La cantidad de refugios y residencias particulares que hay por todo y no tenemos constancia de ello. Hay gente maravillosa en este planeta que tiene un gran corazón y hace todo lo posible por ayudar.
Es de admirar el trabajo y todo lo que hacen por salvar vidas de criaturas indefensas.
Sant Antoni, nuestro querido santo de los animales me trajo el mejor regalo sin duda alguna.
Ya dicen… Desealo tanto que la vida no tenga más remedio que dartelo. Jamás podría haber olvidado esa carita y esa mirada.
No hay que perder nunca la esperanza y mucho menos la fe. Soy inmensamente feliz y eternamente agradecida. Mucha salud para mi ancianito sexy y poder recuperar tanto tiempo perdido. Mi corazón bombardeo a un ritmo imparable.
Gracias por tanto!