¡No eres la única! La ciencia revela que es normal y muy común.
La depresión posparto les ocurre a más mujeres de lo que creemos, pero hay otro tipo de tristeza que muchas mamás experimentan, principalmente en la noche. ¿Te ha pasado?
Según Karen Kleiman, Fundadora y Directora del Centro de Estrés Postparto, y autora de varios libros sobre depresión posparto y ansiedad, “los pensamientos se vuelven más oscuros a medida que el sol se pone. Comienza la fatiga. El apoyo puede estar menos disponible o accesible. La ansiedad se intensifica”.
Además, la noche desencadena cambios fisiológicos y la melancolía aparece al irse el sol. Según Kleiman, la poca luz y los cambios en el azúcar en la sangre son dos factores ambientales que pueden aumentar la fatiga y causar estragos en el estado de ánimo, lo que aumenta la tristeza, confusión o miedo.
Las mujeres pueden sentirse particularmente vulnerables en la oscuridad si sufren de altos niveles de ansiedad ya que como la experta comenta: “la oscuridad puede representar la soledad y el aislamiento del mundo exterior, y si el insomnio es parte de esta imagen, a menudo hay un pánico anticipatorio cuando desciende la tarde”.
La oscuridad nos hace sentir solas y no tenemos tantas distracciones para mantenerte ocupado y la mente comienza a divagar.