“Si tu padre es calvo, muy probablemente tú también lo seas”. Esta frase, que seguramente muchos chicos habrán oído alguna vez en su vida, parece caer como una losa sobre aquellos cuyos progenitores sufren de calvicie. No se trata, sin embargo, de una tontería ya que se cree que la alopecia androgenética o hereditaria (la que heredamos de nuestro padre o de nuestros abuelos) afecta a un 20% de los hombres a partir de los 20 años, o, lo que es lo mismo, 2 de cada 10 chicos tienen predisposición genética para sufrir este tipo de calvicie.
Alopecia androgénica o hereditaria
Es un tipo de alopecia que no se puede prevenir y que suele iniciarse a partir de los 20 años, cuando el pelo empieza a clarear en la parte frontal y superior de la cabeza para luego extenderse a otras zonas, hasta que al final la pérdida de cabello es generalizada.
Muchos jóvenes siguen este proceso con miedo e incertidumbre, pensando que van a quedarse calvos como sus padres y que no hay nada que puedan hacer para evitarlo. Sin embargo, no siempre es así. Existen soluciones que permiten recuperar un pelo abundante llevar una alimentación sana y equilibrada , que, si bien no va a evitar la aparición del problema a largo plazo, sí que puede ayudar en determinados casos a retrasarlo, o el trasplante capilar, una posibilidad a tener en cuenta cuando el problema ya se ha manifestado.
Esta técnica, que hace unos años era prácticamente desconocida en nuestro país (o reservada a unos pocos privilegiados), ahora se ha convertido en una solución viable para muchos chicos con este tipo de calvicie, especialmente a raíz de la aparición de nuevas técnicas más seguras y avanzadas.
Contrariamente a lo que puede pensarse, no se trata de una operación complicada y el se consigue un resultado natural. Además, este tipo de operación ofrece buenas garantías de éxito, ya que el pelo para realizar los posteriores injertos se extrae de la parte posterior y lateral de la cabeza, donde no está genéticamente programado para caer, lo que asegura unos resultados duraderos y estables.
Sea como fuere, lo cierto es que la alopecia androgenética afecta a un porcentaje considerable de población y que, a día de hoy, la calvicie que provoca ya no es irreversible. Las operaciones como el trasplante de pelo son solo una de las muchas opciones que estas personas tienen para recuperar un cabello abundante, fuerte y vigoroso.