Siempre hemos sabido que beber alcohol no era algo precisamente bueno ni recomendable. Hemos hablado de ello largo y tendido en otras publicaciones. En incontables artículos hemos repasado los efectos nocivos que tiene para el organismo, la forma en la que puede dañar algunos órganos clave y cómo nos puede pasar factura tanto a corto como largo plazo. La relación del alcohol y el cáncer siempre ha sido delicada, puesto que es lógico que hay cierta relación implícita en el consumo de este tipo de bebidas, aunque hasta ahora no se habían realizado unas investigaciones profundas en términos globales sobre otros tipos de cáncer. Esto cambia con la última información que llega procedente de varios estudios y la cual es conveniente conocer para que la tengamos en cuenta por si queremos cambiar nuestros hábitos de consumo.
Beber alcohol aumenta el riesgo
Somos directos y contundentes, porque es algo que creemos que todo el mundo debería saber. Se ha comprobado que de manera indudable el riesgo de cáncer aumenta si consumimos más alcohol del que debemos. Ya existe un vínculo que une la relación entre el alcohol con el riesgo de sufrir distintos tipos de esta terrible enfermedad. Además del cáncer de hígado, que es el cual ya se tenía en cuenta hasta ahora, hay otros cánceres que se relacionan con el consumo de alcohol. Es el caso del cáncer de laringe, el de orofaringe, el de colon y el de recto. Además, en el caso de la mujer, también se puede producir cáncer de mama debido a ello.
Estos resultados han sido obtenidos de los estudios aplicados en un periodo de diez años por parte de varias organizaciones vinculadas al entorno de la salud. También han contribuido a la investigación sociedades que actúan en el mundo del alcohol y que luchan por reducir su cantidad de consumo. Se han hecho pruebas con diversos sujetos a los que se sometió a la ingesta de alcohol y con los que se pudieron ver resultados de cómo el riesgo aumentaba y se reducía de forma paralela teniendo en cuenta el consumo que se hiciera de este tipo de sustancia. A la hora de la verdad se ha llegado a constatar que un 5,8% de todas las muertes que se producen por cáncer en el mundo entero están producidas debido al consumo de alcohol. Por lo tanto, si se redujera el consumo de alcohol se evitarían millones de muertes que todos los años quedan registradas.
No hay beneficios
Anteriormente se pensaba que consumir alcohol podía tener algún tipo de efecto positivo en el organismo en lo vinculado con la protección del cuerpo contra enfermedades de tipo cardiovascular. Fue una afirmación basada en hipótesis y estudios previos que todavía requería algún tipo de confirmación oficial para que se pudiera tener en cuenta o quedar descartada de manera definitiva. Las pruebas que se han realizado en este estudio, dado que tenían un enfoque claramente dirigido a trabajar en contra del alcohol, intentaron comprobar qué había de cierto en todo lo mencionado anteriormente. La conclusión fue clara: no existe ningún beneficio aparente en este aspecto si consumimos alcohol, por lo que en base a lo perjudicial que resulta, sería importante dejar de tenerlo presente.
En otro orden de cosas, uno de los descubrimientos que más preocupa a los responsables del estudio se relaciona con la forma en la que no solo resulta nocivo el consumo masivo de alcohol, sino también el moderado. Los riesgos de sufrir alguno de los tipos de cáncer relacionados con esta sustancia aumentan incluso en pequeñas dosis y cantidades. Esto lleva a que desde organizaciones como el American Institute for Cancer Research recomienden que tengamos en mente la necesidad de cortar cualquier consumo de alcohol que realicemos en nuestro día a día. No lo recomiendan bajo ninguno de los contextos y es adecuado comenzar a eliminar esta costumbre si queremos dejar el cáncer lo más lejos posible de nuestro futuro.
¿Otro causante más de cáncer?
La pregunta que se hacen muchas personas es si no va a llegar el día en el que no se descubra que algo más, otra sustancia, alimento o elemento de consumo, produce cáncer. Porque parece que se ha convertido en la costumbre de los últimos años el decirnos que cosas que tomamos de forma habitual ahora son nocivas para nuestro cuerpo debido al cáncer. ¿Hay algo que no produzca cáncer? Como de costumbre, somos libres para tomar decisiones que afecten a nuestra salud, organismo y futuro. Podemos decidir cuánto arriesgarnos, si preferimos vivir libremente y que ocurra lo que tenga que ocurrir o si intentamos mantenernos todo lo protegidos que podamos. Los estudios ayudan a que se nos proporcione la oportunidad de tomar una decisión, pero siempre seremos nosotros quienes tendremos la última palabra al respecto. Beber alcohol es malo, eso queda claro, el resto depende de cada uno.