Tú que siempre has sido una persona creativa, vivaz y productiva, pero que de repente empezaste a sentirte cansado, improductivo, desmotivado, ¿te reconoces en este panorama?
¿De repente te encuentras en un estado de tensión, con un alto nivel de irritabilidad, estrés y con cuerpo y mente cansados?
¡Estos son algunos de los síntomas del síndrome de Burnout!
El síndrome de Burnout es un trastorno depresivo que puede afectar a muchas personas.
Este síndrome está relacionado con el agotamiento laboral, pero estudios recientes indican que también puede ocurrir en otros entornos.
La principal característica es el agotamiento psicológico, emocional y físico. Puede ser producto de largas jornadas de trabajo, exigencias domésticas ininterrumpidas, una ajetreada rutina de estudios …
Entre los años 60 y 70, los estudiosos de la psicología y la psiquiatría predijeron un nuevo trastorno que se produciría a partir de ahí.
Si bien desde esa fecha el síndrome de burnout ya ocupa un lugar en las discusiones, en Brasil solo ganó visibilidad hace unos años.
Desde 1999 fue considerado por el Ministerio de Salud como un trastorno mental y del comportamiento.
Debido a que se confunde con el simple estrés, la mayoría de las personas terminan sin dar importancia a los síntomas y no buscan tratamiento.
Si no se trata, el síndrome de agotamiento puede causar un grave deterioro psicológico.
Comprende qué es el síndrome de agotamiento profesional.
¿Qué es el síndrome de Burnout?
Descrito en 1970 por el médico Freudenberger, el síndrome de burnout es un trastorno que ocurre principalmente en el lugar de trabajo.
Etimológicamente, burnout significa algo así como “completamente quemado”, pero también se llama “síndrome de agotamiento profesional”.
Según los estudiosos, la combinación de deseo de éxito, acumulación de tareas y frustración en la ejecución es la principal forma de desarrollar el síndrome de burnout.
Es el resultado de un período de alto estrés y exigencia en el servicio y muy bajo tiempo de descanso.
Es decir, es ese momento en el que el individuo, luego de un proceso de situaciones altamente estresantes, se siente totalmente exhausto.
El agotamiento puede ocurrir principalmente de forma psíquica o incluso corporal.
Tras el inicio de la patología, puede desencadenar sentimientos de impotencia, agotamiento, improductividad e incluso depresión.
El síndrome de burnout, según los estudios más actualizados, también puede presentarse en personas de otras áreas, distintas al laboral, como estudiantes universitarios o personas que ejercen una determinada demanda exhaustiva de forma consecutiva.
La enfermedad puede afectar principalmente a personas que siempre buscan ejercer el mejor rendimiento posible, y la autoestima depende del éxito.
Esta patología también se manifiesta comúnmente en personas que trabajan directamente con otras personas, que a la vez, dependen de ella.
Después de varios niveles de prácticas, la enfermedad puede desencadenar un colapso mental, con daños muy graves.
Consulte algunos síntomas del síndrome de agotamiento y cómo identificarlo.
¿Cómo identificarme?
El primer paso es identificar si tiene agotamiento o una crisis de estrés, ya que los síntomas pueden ser los mismos.
La principal diferencia entre los dos es la duración. El estrés tiende a presentarse por un período de tiempo mucho más corto.
La crisis de estrés suele desencadenarse por algo mucho más específico o por una situación en sí misma.
También es posible que se sienta muy estresado durante un período de tiempo más prolongado o durante varios días seguidos.
Sin embargo, una vez que pasa la situación estresante, desaparece.
En una situación de crisis de estrés, las emociones son activas e inmediatas, el sentimiento es de urgencia e hiperactividad y el orden de los sentimientos está más ligado a las crisis de ansiedad, pánico y fobia.
El síndrome de burnout, en cambio, se encarga de mantener las emociones apagadas, el sentimiento de abandono y los sentimientos de despersonalización y desconexión.
El síndrome se manifiesta durante un período mucho más largo y se desarrolla en situaciones mucho más amplias.
Tiene 12 etapas, las cuales son:
- Dedicación intensificada: Cuando el individuo realiza una sobrecarga de servicio que cree que puede hacer solo e inmediatamente;
- Descuido con necesidades especiales: Dormir, salir, tener una vida social comienzan a convertirse en necesidades secundarias;
- Represión de conflictos: El individuo se da cuenta de que algo no va bien pero ignora el hecho, en este momento comienzan a aparecer las manifestaciones físicas;
- Reinterpretación de valores: El individuo comienza a devaluar lo que antes le era valioso como hogar, familia, amigos y comienza a buscar el aislamiento;
- Negación de problemas: La persona llega a ver el trabajo de los demás con desdén, el contacto con los demás es agresivo o severo;
- Colección: El sujeto comienza a evitar los diálogos, encuentros e interacciones sociales en general;
- Cambios de comportamiento evidentes: Falta de buen humor, sentido común, dificultad para aceptar ciertos juegos o la opinión de otros;
- Despersonalización: Cuando la persona no se siente reconocida en el cuerpo o mente, puede sentirse flotando, sin mucha percepción o noción de lugar, no se controla a sí misma, ni controla los pensamientos y actitudes, ya no se reconoce. Esta es una etapa crucial y una de las más dañinas ;
- Vacío interior: tiene la sensación de que todo lo pequeño está vacío, sin aliento y agotador;
- Depresión: El individuo ya no encuentra sentido a la vida, la existencia a menudo es cuestionada, no tiene interés en nada y no tiene esperanza de revertir la situación;
- Síndrome de Burnout: esta es la última etapa, la etapa en la que ocurre el colapso psíquico, físico y mental. ¡Esta etapa es una emergencia y requiere ayuda psicológica inmediata! Puede causar muchos daños, ¡incluso físicos!
Los síntomas del síndrome pueden presentarse de varias formas, además del propio agotamiento.
Pueden ser: dolor de cabeza, dificultad para respirar, náuseas, mareos, alteraciones del sueño, temblores y, más comúnmente, dificultad para concentrarse, irritabilidad, trastornos digestivos …
Según el profesor de psicología de Zurich Schedlowski, se han identificado más de 130 tipos de síntomas en pacientes diagnosticados con agotamiento.
La mayoría de los pacientes que creen que tienen depresión en realidad pueden tener síndrome de agotamiento.
Es necesario estar atento a todas las indicaciones del síndrome, desde las más perceptivas hasta las menos.
Sin embargo, la patología puede reaccionar de diferentes formas en cada individuo.
Una persona puede experimentar dolores de estómago, mientras que otras tienen fuertes dolores de cabeza y otras vomitan ante un estrés elevado.
Según el doctor Drauzio Varella, el síndrome de burnout profesional puede afectar principalmente a profesionales en las siguientes áreas:
Educación, salud, asistencia social, recursos humanos, funcionarios penitenciarios, bomberos, policías y mujeres que enfrentan doble turno.
Lo que se puede observar es que la tendencia a absorber el síndrome proviene de personas que trabajan directamente con otras personas, por lo que el bienestar esencial depende de ellas.
Se puede decir, entonces, que el contacto directo con personas que pueden estar a merced en alguna situación, puede ser el origen de la aparición de la enfermedad, debido no solo al proceso de realización del trabajo, sino también a la alta carga emocional.
A partir de la adquisición del burnout, la persona tiende a volverse más improductiva y, en consecuencia, a cobrar más.
A partir de entonces, comienza un ciclo cada vez más intensificado y tiende a aumentar gradualmente.
¿Cómo evitar el síndrome?
¡Mejor que tratar la enfermedad, es evitarla!
Es posible dedicarse a pequeñas tareas que ayudan a mantener alejado el agotamiento. ¡Comprenda lo que se puede hacer a diario para prevenir la manifestación del síndrome de agotamiento!
- Identifique el propósito profesional: Es más probable que la crisis ocurra en personas que no trabajan donde les gustaría. Por eso es importante asimilar tu entorno laboral, el bien que haces en alguna instancia y tratar de mantenerte optimista sobre tu trabajo;
- Establezca metas reales: la sobrecarga y la acumulación excesiva de servicios también pueden desencadenar patologías. Toma únicamente el servicio que tengas conocimiento que podrás realizar dentro del tiempo estipulado. Para ello, establece los objetivos que pretendes alcanzar y coloca en una hoja de cálculo la distribución del tiempo y tus tareas. ¡No trates de cargar el mundo, o tu trabajo, en tu espalda!
- Renuncie al trabajo innecesario: si se da cuenta de que está haciendo demasiado trabajo, servicios que no son el enfoque o que otras personas deberían estar haciendo, es hora de dejarlo ir y delegar el rol en los responsables. A menudo, lo que se está haciendo se puede completar de una manera más simple sin dañar el servicio, ¡o incluso eliminarlo! Ésta es la importancia de poner el proyecto en la agenda y seleccionar prioridades.
- Domina tu tiempo, ¡no te dejes dominar por él! Cuando trabajamos con metas específicas, objetivos bien definidos y asignación de tareas correctamente, tenemos control sobre el tiempo y los resultados son casi siempre satisfactorios.
- ¡Ejercicios de práctica! Al hacer ejercicio y aumentar BPM – latidos (latidos del corazón) por minuto, nuestro cuerpo libera una carga de endorfinas, que es la hormona contraria al cortisol – ¡la del estrés! La endorfina se encarga de proporcionar la sensación de felicidad, bienestar, placer …
- Ir a pie al servicio en ocasiones: Si te sientes un poco desmotivado y si la distancia de tu servicio no es tan grande, está indicado que en ocasiones vayas a pie o en bicicleta. Además de hacer ejercicio y liberar endorfinas, es una forma de mantener la mente tranquila y relajada, en lugar de automatizarse cuando se preocupa por los comandos de tráfico.
- No termines tu vida social por falta de tiempo: muchas veces la gente piensa que no tiene tiempo para reunirse con amigos, almorzar con la familia, ir al cumpleaños del primo, etc., porque están muy ocupados, pero en realidad lo están eliminando la interacción social del nivel de prioridad. ¡Tener tiempo para divertirse es crucial para ser productivo!
¿Cual es el tratamiento?
Primero, ¡debes estar atento a las señales! Si se manifiestan y te identificas con el síndrome de burnout, ¡es hora de buscar ayuda!
¡Es necesario que las personas diagnosticadas con esta enfermedad tomen conciencia y comprendan que existe una cura y un tratamiento para el agotamiento!
No espere que los síntomas sean más agresivos o visibles, porque en cualquier caso, la ayuda psicológica siempre es beneficiosa, en cualquier etapa de la vida.
La forma más común de tratar esta patología, es mediante una combinación de sesiones de terapias y remedios prescritos por profesionales.
El tratamiento psicológico es muy recomendable y crucial para la efectividad de los resultados.
El seguimiento con profesionales ayuda a identificar situaciones en las que es más propenso al estrés.
Existe una rama de la psicología, llamada psicología analítica o psicología junguiana, que se desarrolló a partir de las concepciones de Carl Jung y que puede ayudar en el proceso de tratamiento del síndrome de burnout.
La psicología junguiana surgió del proceso de alquimia de Jung, sumado a las experiencias como psicoterapeuta y psiquiatra y que él considera un nivel de trascendencia.
A grandes rasgos, se trata, en este contexto, de identificar y tipificar algunos modelos de personalidad que pueden ser más propensos o no a determinados estímulos externos.
Las innumerables bases teóricas desarrolladas por Jung pueden servir de soporte para un análisis de ti mismo y de cómo algunos factores de la psicología pueden interferir positivamente en tu vida diaria y laboral, evitando así el contacto con el burnout.
Al entrar en contacto con la psicología junguiana, tenemos percepciones sobre las estructuras humanas y psíquicas que nos ayudan a no sabotearnos.
La psicología analítica ha sido un buen aliado en la lucha contra el síndrome de burnout ya que ayuda al individuo a tomar el control de la mente y cuerpo en situaciones cotidianas como en el trabajo, en la universidad o en casa.
¡No dejes que tu vida sucumba al agotamiento!
Busque ayuda especializada, pero antes de eso, intente comprender la estructura humana, psíquica y psicológica.
No pierda el control de la vida, los pensamientos y el trabajo, ¡no se preocupe por las tareas interminables!
Sobre todo, ¡no seas tan duro contigo mismo! Busque una forma de mantener una relación saludable con el cuerpo y mente.
Tener el control de el tiempo, las que haceres, el servicio y la rutina, es tener el control de la vida.