Antes de proceder con el cuidado de los pacientes de Parkinson, es importante entender sobre la enfermedad. El Parkinson, un trastorno progresivo del sistema nervioso, afecta a la capacidad de una persona para moverse, hablar o escribir debido a la pérdida acelerada de la sustancia química del cerebro: la dopamina. Los síntomas comienzan en la mayoría de las personas después de los 50 años.
Comenzando con ligeros temblores de la mano, a veces los pacientes experimentan una completa rigidez. Hasta el día de hoy, no hay una cura prescrita para la enfermedad. Los expertos médicos, sin embargo, creen que la enfermedad es causada por varios factores ambientales y genéticos. La incapacidad para moverse y la gravedad de los síntomas a veces requiere el uso de cuidadores profesionales.
Causas del Parkinson
Los pacientes con Parkinson suelen tener bajos niveles del neurotransmisor dopamina. Las células que generan este químico se conocen como neuronas dopaminérgicas, que se encuentran en la región de la sustancia negra del cerebro. Cuando el nivel de dopamina en el cerebro es bajo debido a la muerte sin precedentes de estas células, la persona es incapaz de controlar o manejar sus movimientos. Los expertos médicos aún no han encontrado la causa relevante de la muerte de estas células. En una persona afectada por el Parkinson, el nivel de dopamina en el cerebro disminuye progresivamente. Además, hasta la fecha no existe en el mercado un tratamiento adecuado para la enfermedad de Parkinson. Los medicamentos que se administran ayudan a reducir los síntomas a un cierto nivel.
Sin embargo, la enfermedad de Parkinson nunca puede ser una causa directa de muerte. Como es una enfermedad progresiva, los síntomas empeoran con el tiempo. Al ser una enfermedad incurable y crónica, el Parkinson en la mayoría de las personas es idiopático, lo que indica que la causa específica es desconocida. Un pequeño segmento de personas asocia la enfermedad con factores genéticos.
Factores ambientales
El aumento de los síntomas del Parkinson se asocia con ciertos factores ambientales. Entre ellos figuran las lesiones en la cabeza, los entornos rurales, el agua subterránea potable, la exposición a agentes implicados, como insecticidas y pesticidas, organoclorados, metales pesados, etc. Sin embargo, no existe ninguna investigación médica sustancial que responsabilice directamente a los factores ambientales.
Factores genéticos
El Parkinson siempre se ha considerado un trastorno no genético, aunque se sabe que la mutación aumenta el riesgo de padecerlo. Sin embargo, las investigaciones de la industria de la salud muestran que alrededor del 15% de los pacientes tienen un pariente de primer grado con la enfermedad, mientras que el 5% tiene la enfermedad por la mutación de genes específicos. Los genes mutados relacionados con ella se denominan médicamente SNCA y LRRK2.
Los síntomas del Parkinson
Para la mayoría de los pacientes, los síntomas de la enfermedad de Parkinson aparecen por primera vez después de los 50 años. Comienza con leves temblores, con los siguientes síntomas comunes:
- Parpadeo lento
- Estreñimiento
- Babeo
- Dificultad para tragar
- Problemas de equilibrio al caminar
- La falta de expresiones faciales
- Dolores musculares
- Rigidez muscular
- Voz monótona
- Ansiedad, estrés y tensión
- Confusión, demencia y depresión
- Pérdida de memoria
Tratamiento de la enfermedad de Parkinson
Actualmente, el mercado de la salud no ofrece ningún tipo de tratamiento definitivo para la enfermedad de Parkinson. Para la mayoría de los pacientes, el objetivo es controlar los síntomas y evitar que se vuelvan demasiado severos. Los medicamentos controlan los síntomas aumentando el nivel de dopamina en el cerebro, sin embargo, los síntomas pueden volver una vez que los efectos de la medicación desaparecen.
Es importante que los cuidadores trabajen en estrecha colaboración con los médicos y los fisioterapeutas para establecer el programa terapéutico que mejor se adapte al paciente. No obstante, no se debe interrumpir ninguna medicación sin consultar al médico. Además, como los medicamentos tienen efectos secundarios graves, incluyendo náuseas, diarrea, vómitos y delirios, es imperativo monitorear al paciente las 24 horas del día. A veces, pequeños cambios en el estilo de vida como los que se indican a continuación, pueden ser realmente útiles:
- Incluir una dieta nutritiva en los planes de comidas diarias
- Cambiar los niveles de energía a través del ejercicio
- Evitar el estrés en todas sus formas
- Fisioterapia
- Instalar barandillas o pasamanos en las zonas de uso común de la casa que puedan servir de apoyo y evitar caídas
La cirugía puede ser a veces una opción para eliminar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. Los métodos quirúrgicos como la estimulación cerebral profunda funcionan colocando estimuladores eléctricos que ayudan a controlar el movimiento, mientras que en otras cirugías se destruye el tejido cerebral que causa los síntomas. Una de las terapias más discutidas en la investigación de la salud son los procedimientos quirúrgicos que implican el trasplante de células madre.
Conclusión
Aunque no hay tratamientos prescritos que eliminen la enfermedad, si el paciente no recibe tratamiento, la situación puede complicarse ya que se sabe que el Parkinson deteriora todas las funciones cerebrales. Algunos pacientes responden bien a la medicación, sin embargo, en la medida en que éstos alivian los síntomas, la duración del alivio difiere de un paciente a otro.