Estamos tan acostumbrados a comer según qué tipo de alimentos que los vemos sanos sin detenernos a pensar qué hay detrás de esa textura, olor y sabor. Pero ¿y si miráramos con lupa la composición de cada alimento? Con algunos sabemos con claridad que no son muy sanos y que no es recomendable consumirlos de forma regular. Esto ocurre con los alimentos de comida rápida, como hamburguesas no caseras. Hay otros alimentos que pensamos que son sanos, pero que en realidad no lo son, por lo que nos llegamos a sorprender. ¿Qué opinaríais si os dijéramos que la mantequilla es igual de mala que la comida rápida? El motivo de esto es la composición de las grasas, siendo necesario conocer las diferencias entre grasas saturadas y las insaturadas.
Hay una gran lista de grasas y de cómo estas actúan en el cuerpo, pero si nos detenemos a observar las características de cada una lo único que sacamos en claro es que hay dos grupos muy importantes de grasas: las saturadas y las insaturadas. Ambas tienen unas características distintas y hay que consumirlas en diferentes dosis. ¿Queréis saber sus diferencias? Entonces atentos porque también os daremos una pequeña lista de esos alimentos que comemos de forma habitual y que tendríamos que reducir para evitar el colesterol o los problemas coronarios.
Diferencia entre grasas saturadas y las insaturadas
La primera gran diferencia es que las grasas saturadas afectan al corazón, aumentado el colesterol y las insaturadas ayudan a que el cuerpo reduzca esas cifras elevadas de colesterol y ayuden al correcto funcionamiento de todo el cuerpo. El motivo de ello es su composición. Ambas son consideradas ácidos grasos, pero tienen diferencias a nivel químico. Las dos grasas están formadas por diferentes cadenas de átomos de carbono que pueden unirse (o no) por hidrógenos. Y allí es donde está su gran diferencia. Mientras las grasas saturadas tienen todos sus átomos de carbono unidos a hidrógenos, las grasas insaturadas tienen una composición diferente donde uno o dos átomos de carbono siempre están libres. Es decir, no están unidos a ningún hidrógeno. A las grasas saturadas con un átomo de carbono libre se las conoce como monoinsaturadas y las que tienen dos o más átomos libres reciben el nombre de poliinsaturadas.
¿Qué son las grasas saturadas?
También conocidas como las grasas malas. Si miramos la pirámide de la alimentación, estos alimentos deberían estar en el lugar correspondiente a los que hay que consumir de forma puntual a lo largo de la semana, sin que sea un hábito su consumo regular. Eso se debe a que las grasas saturadas son generadoras de colesterol, lo cual hace que puedan subir sus niveles y hacer que nuestro cuerpo tenga más posibilidades de padecer problemas del corazón como infartos o anginas.
Cuando pensamos en grasas saturadas lo primero que nos viene a la cabeza son alimentos pesados con gran aporte calórico, como por ejemplo comida rápida o bollería industrial. Pero la verdad es que también hay alimentos que consumimos a diario que son ricos en grasas saturadas. Un ejemplo claro es la leche de origen animal y cualquier derivado lácteo como los yogures, queso o margarina. Ese mismo vaso de café con leche que consumimos cada mañana para despertarnos un poco es una gran dosis de grasas saturadas. Lo mismo ocurre con algunos aceites que utilizamos pensando que son alternativas más sanas de lo que usamos normalmente, pero en verdad son fuentes de grasas malas como por ejemplo el aceite de palma o el aceite de coco. Y sin olvidar, claro está, las carnes rojas, que tienen un alto índice de grasas saturadas malas para nuestro organismo.
¿Qué son las grasas insaturadas?
A diferencia de las grasas saturadas, a estas se las conoce como grasas buenas por sus beneficios a nuestra salud gracias a que su consumo puede ayudar que se reduzcan los niveles de colesterol en sangre a la vez que ayudan al corazón a estar fuertes y sanos. Si pensamos en uno de los dos tipos de grasas, el mejor tipo está claro que es el representado por las grasas insaturadas por los beneficios que dan al cuerpo. Pero en ocasiones resulta difícil distinguir qué alimentos son ricos en grasas buenas, sobre todo por esa idea preconcebida que todos tenemos de pensar que cualquier alimento de origen vegetal es bueno para la salud.
En España tenemos un producto llamado oro líquido que es precisamente uno de los alimentos con más grasas insaturadas de todos. Si estáis pensando en marcar la diferencia en vuestro organismo entre grasas saturadas y las insaturadas esta es una buena opción. Pero este aceite no es el único con grasas buenas, los aceites de girasol o soja son otra buena muestra de que el consumo de aceite puede ayudar en todos los sentidos a nuestro organismo al mismo tiempo que le da un toque de sabor a nuestros platos o ensaladas. Otros alimentos ricos en grasas no saturadas son los frutos secos, como las nueces, almendras o avellanas. Tampoco hay que olvidarse del alimento de origen animal con más grasas insaturadas: el rico, delicioso y nutritivo salmón.