Cómo casi cada año, cuando las temperaturas empiezan a subir, los días se alargan, las noches se acortan, las tormentas nos sorprenden y los resfriados nos pillan…
Muchas veces oyes la frase “he pillado un resfriado”, pero en la mayoría los “pillamos” en otoño y en primavera, igual que los perros y los pájaros empiezan la muda, los árboles pierden las hojas, nosotros nos resfriamos. ¿O estamos mudando?
Siempre me ha llamado la atención que un resfriado “curado” con medicación suele tardar unos 7 días, y una semana el resfriado que “dejamos pasar”, permitiendo al cuerpo regenerarse y fortalecerse sin influencias químicas exteriores. En la quiropráctica siempre se habla de que la salud viene de arriba abajo, y de dentro hacia fuera, del cerebro a través de la medula y los nervios hacia el cuerpo, un agente químico sólo influye en el sistema suprimiendo ciertas respuestas naturales como tos, o fiebre (hay que combatir el miedo a la fiebre, no la fiebre). La tos, los estornudos, la fiebre, todos son sistemas de evacuación. ¡Fuera con todo esto! Tiempo de renovar el sistema para prepararlo bien para superar los retos que vienen (aire frío y húmedo, bajas temperaturas, etc.). El cuerpo a través de estas respuestas está limpiando el sistema de células antiguas, y de las bacterias que le ayuden a limpiarlos, una vez hechos el trabajo (por eso los peques tienen mocos verdes). Por cierto, intentar “aguantar” un estornudo no es muy buena idea, puede provocar tímpanos perforados, y hasta un esguince cervical. La fuerza con la que el aire es expulsado es tremenda, el aire sale a unos 350 km/h, lo que también explica porque no puedes mantener los ojos abiertos… Fernando Alonso estornuda en la recta de Montmeló a 300 y pico por hora, y si… cierra los ojos. ¿Da de que pensar, no?
El cambio de estación es un reto para nuestro sistema, pero no nos afecta por igual, deje al descubierto cómo está tu sistema para afrontar la próxima temporada: Los que no están al 100% son más susceptibles a encontrarse mal, o que la “muda” les dura más tiempo. Al igual que los árboles y los animales saben cuando es el momento de iniciar la muda, nuestro sistema también detecta estos pequeños cambios indicadores, mejor que los detecta, más al máximo estas.
Una forma de ayudar estar al máximo es la quiropráctica, que puede resultar muy beneficiosa para nuestro estado de salud en general, por la acción reguladora en el sistema nervioso, a través del cual el cerebro controla nuestro organismo y también las respuestas a los cambios con los que se encuentra a diario.
¿Te gustaría saber cómo la quiropráctica puede ayudarte a ti?