Muchas mujeres durante generaciones usan esta fruta para inducir el parto gracias a la bromelaína que ésta contiene. Pero un estudio un estudio de 2009 demostró que la cantidad de bromelaína en la piña no es tan grande como para lograr que la labor de parto comience.
Y es que la bromelaína, que también se encuentra en la papaya, es una enzima que está relacionada al ablandamiento del tejido conectivo del cuello uterino, lo que desencadena el parto. Pero se necesitaría una gran cantidad de esa enzima, hasta siete piñas, para desencadenar contracciones de parto y no sólo comer esa cantidad, sino también la mujer debería comerse el centro de la piña para mejores resultados.
Y otro inconveniente es que comer demasiada piña te dará acidez y diarrea como resultado del exceso de vitamina C, y la gran cantidad de azúcar natural podría ser problemático si se trata de diabetes gestacional.