Es imposible encontrar alguien que no conozca los efectos nocivos del tabaco. De hecho, cada vez que se lleva a cabo un nuevo estudio se descubren más enfermedades de las que es responsable este producto. Bajo esta situación cada vez hay más personas que se animan a dejar este mal hábito, aunque en el proceso se cruzan con multitud de habladurías sobre el proceso de dejar de fumar. Cosas como que dejar de fumar produce cambios de humor o que debido a ello los niveles de ansiedad aumentan. Algunas habladurías son catalogadas como auténticos mitos, pero por desgracia son grandes verdades. ¿Queréis saber los mitos y las verdades de abandonar el tabaco? Entonces atentos porque también daremos consejos para poder dejar de fumar sin que os resulte algo tan difícil.
Dejar de fumar cambia el carácter
Durante las dos semanas que tarda el cuerpo en eliminar la adicción a la nicotina, el carácter se ve muy afectado. En los primeros días es común sufrir cambios de humor muy radicales, pudiendo pasar de estar agresivos a sentirnos deprimidos en cuestión de minutos. ¿Os han contado alguna vez que hay personas adultas que pueden llegar a llorar por no poder fumar? Aunque suene un poco excesivo, este es uno de los efectos secundarios de eliminar esta sustancia tóxica del organismo.
Esto se debe a que el tabaco tiene agentes que resultan adictivos hasta el punto de que el cuerpo pide de forma natural que se le suministre un poco de nicotina. De esta manera se llega a actuar de forma irracional cuando no recibimos la dosis a la cual tenemos acostumbrado nuestro cuerpo. ¿Queréis saber un truco para evitar estos cambios de humor tan bruscos? El mejor de todos es buscar una forma de entretenernos. Leer un libro, ver una película o hacer zapping en la televisión, estas son actividades que ayudan a que la cabeza esté tan entretenida que, de forma natural, se olvide de que necesita esa dosis de nicotina a la que tanto estaba acostumbrada. De hecho, muchos exfumadores admiten que practicar un hobby o un deporte es la mejor forma de superar esas dos primeras semanas de desintoxicación tras dejar el tabaco.
Se aumenta de peso
Y no solo 1 o 2 kilos. En realidad, quien solo suba ese peso puede sentirse afortunado. Hay casos de personas que en un mes suben de 5 hasta incluso 10 kilos. El motivo de ello es que fumar tiene un efecto saciante, provocando que el cuerpo se sienta lleno aún cuando no se ha consumido ningún tipo de alimento en horas. Por lo tanto, cuando retiramos la nicotina aparece la ansiedad y eso hace que, por lo general, se busque aliviar esta ansiedad con la comida. Dulces, comida rápida llena de grasas o calorías; estos suelen ser los alimentos que el cuerpo pide en esos momentos.
Un consejo tras abandonar el tabaco es evitar la tentación e introducir alimentos saludables y saciantes como la verdura o la fruta. Si aún así es imposible sucumbir a la tentación, es recomendable comer pequeñas dosis de ese alimento que no deberíamos estar comiendo. Por ejemplo, si tenemos deseos de comer un dulce, en vez de comprar una tableta de chocolate es mejor simplificar con un bombón. Eso hace que el consumo de dulce sea menor y que el cuerpo se quede satisfecho.
Empiezan a apreciarse los sabores y olores
Buscad un cocinero profesional que fume. Es muy raro encontrar un fumador que trabaje en el mundo de la cocina y que dedique su vida a este medio. El motivo de ello es que el mal hábito de fumar provoca que las papilas gustativas no puedan apreciar el 100% de los sabores. Además, impide que tengamos un buen olfato. Por eso es común que al principio de dejar de fumar muchas personas se quejen de sentir de una manera intensa olores que antes pasaban desapercibidos. Ocurre de forma habitual con el perfume de la pareja, el cual se comienza a apreciar para bien o para mal.
Pero los beneficios de abandonar este hábito no solo se limitan a los sentidos olfativos y gustativos. Está demostrado que la capacidad pulmonar mejora a los días de dejar esta costumbre a la vez que el riesgo a sufrir problemas cardiovasculares se reduce de forma significativa. Por otro lado, y no menos importante, al decir adiós al tabaco la calidad de sueño mejora notoriamente a la vez que aumenta la posibilidad de tener sueños lúcidos durante las primeras semanas del proceso.
Hacer deporte ayuda a quitar el mal hábito
Más que practicar alguna actividad física, el sudor es el responsable de eliminar de manera más rápida la nicotina que hay en el cuerpo. Sudar lleva a que se eliminen las toxinas del cuerpo a través de los poros del cuerpo. Por eso es muy recomendable hacer deporte en todo momento con el objetivo de echarle una mano al cuerpo en el proceso de depuración. Y al mismo tiempo fortalecemos y recuperamos la capacidad pulmonar que perdimos en el pasado debido al tabaquismo. Por lo tanto, podemos apreciar que los beneficios de dejar de fumar son amplios y que detrás de este proceso no hay mitos, sino verdades.