Para cuidar el corazón, también en las mujeres: el dejar el tabaco. Ya está demostrado que el cigarrillo es un enemigo declarado de la salud y, en particular, de su órgano vital. Lamentablemente, durante las últimas décadas el número de fumadores y, en específico, de fumadoras, se ha disparado.
Si bien se han tomado medidas como las imágenes con mensajes en las cajetillas de cigarrillos, el tabaco sigue siendo una adicción masiva que, lamentablemente, deja sus secuelas en la salud.
Muchas mujeres no sólo se sienten impotentes ya que no pueden dejar de fumar, sino que incluso temen el ganar peso tras tomar la decisión. En este sentido, hay un fármaco en específico, llamado Naltrexona, que sería prometedor al respecto.
Recientemente, se llevó a cabo un estudio en el que se demostró la eficacia de este fármaco a la hora de dejar de fumar y hacerlo sin una ganancia sustancial de peso.
En concreto, los resultados mostraron que, aunque el fármaco no ayudó a las mujeres a dejar de fumar, las que consiguieron renunciar a los cigarrillos engordaron la mitad de lo esperado durante el proceso.
Por el contrario, la naltrexona sí ayudó a los hombres, quienes abandonaron con más facilidad el tabaco. Pero en este caso no se observó ninguna reducción en la subida de peso.
De este modo, se cuenta una posibilidad más para dejar el tabaco y hacerlo sin ganar en kilos. Según un reciente estudio publicado en ‘British Medical Journal’, la ganancia media de peso tras un año de haber dejado el cigarrillo rondaría entre los cuatro y cinco kilos (se pensaba que era algo menos, de unos tres kilos).
Para llegar a este promedio, los investigadores cruzaron los datos de otros 62 estudios clínicos en los cuales se analizaba la variación de peso en personas que dejaban de fumar. De este modo, pudieron observar que el mayor incremento de peso se daba durante los primeros seis meses después de haber abandonado el cigarro y que era independiente de si el paciente dejaba de fumar con o sin tratamiento.
Según los resultados, el primer mes se aumenta -como promedio- 1,12 kilos; el segundo, 2,26; 2,85 al tercer mes; 4,23 a los seis meses; y, al año de dejarlo, el incremento es de 4,67 kilos.
De todos modos, los autores destacaron que no se deben malinterpretar los resultados del estudio, pues las ventajas de dejar el tabaco son, sin lugar a dudas, considerablemente mayores a los problemas asociados al ligero aumento de peso.