La diabetes es una enfermedad que puede aflorar en cualquier momento de la vida y que afecta a los dos sexos por igual, provocando numerosos problemas de salud. No obstante, hoy hemos querido concentrarnos en las mujeres diabéticas con la intención de ayudar a expandir la importancia de estar informadas acerca de este problema de salud. Hablaremos de los síntomas y también de las consecuencias que puede tener para la salud, a fin de intentar ayudaros a tener un poco más de consciencia sobre la importancia de intentar prevenirla.
Mujeres diabéticas, síntomas a detectar
Ser capaces de anteponernos a la enfermedad y tener la oportunidad de frenarla en la medida de lo posible o al menos adoptar un buen tratamiento lo antes posible ayudará a las mujeres en gran medida. Los síntomas más habituales incluyen que orinemos más de la cuenta, que nos encontremos cansadas de forma frecuente y que al mismo tiempo tengamos un mayor volumen de hambre. Esto último se contradice con lo que ocurre en nuestro cuerpo, dado que de manera extraña lo que nos ocurrirá es que perderemos peso en vez de engordar. Tenemos que estar alerta a este síntoma, puesto que se trata de uno bastante apreciable y poco justificable en otros aspectos. Es decir, que tengáis más ganas de orinar se puede deber a muchas cosas distintas (incluso a algo tan simple como los nervios), pero esta irregularidad en el peso no acaba de tener sentido por otras vías.
Entre los síntomas, junto al cansancio excesivo sumaremos que nos sentimos de manera frecuente sin energía. No es solo que cuando estamos realizando una actividad nos cansemos pronto, sino que desde el inicio de la misma no tengamos fuerzas para ponernos con ella aunque nos acabemos de despertar después de dormir ocho horas. Un aumento en la sed es otro síntoma, y lo mismo se puede decir de si tenemos la visión borrosa de forma habitual, si sufrimos infecciones en más ocasiones de las normales (se pueden producir en distintas zonas del cuerpo, incluidas en la vagina) o si nuestras heridas tardan más en curarse. Por último, aunque no se trata de un síntoma determinante en su totalidad, también debemos estar atentos a dolores que podemos sufrir mientras tenemos relaciones sexuales, dado que podrían estar avisándonos de un riesgo de diabetes.
Por otro lado, deberíamos tener en cuenta, por si queremos atar más cabos, que es más posible ver a mujeres con diabetes que tengan algunos de estos factores de riesgo: que tengan sobrepeso, una tensión alta, vidas pasivas, familiares diabéticos o que sus niveles de triglicéridos sean más altos de lo normal.
Consecuencias para la vida
La diabetes no solo supone un inconveniente porque altera el ritmo diario de la vida y se hace molesta, sino porque también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades. Una mujer diabética tiene más posibilidades a lo largo de los años de sufrir problemas en el corazón, así como en las arterias, aumentando al mismo tiempo los riesgos de sufrir infartos. La condición se altera de manera drástica y se debe pasar a prestar mucha más atención a todo para no arriesgarse a tener problemas mayores de los que supone ser diabética.
Algunos de los síntomas que hemos mencionado se terminan convirtiendo en consecuencias más presentes en la diabetes. Ocurre, por ejemplo, con las molestias de las que hablábamos en las relaciones sexuales. Lo que comienza siendo una molestia se termina convirtiendo solo en otro de los problemas que se producen para mantener una vida sexual activa y saludable. La mujer diabética notará que tiene una lubricación vaginal mucho menos eficiente que antes y también se reducirán de forma significativa los intereses en la práctica de esta actividad. En parte de manera interna y también como rechazo al sufrir dolores durante la práctica del sexo.
Los mayores problemas para la salud se encuentran representados en cómo las arterias y el corazón se pueden ver afectados por la enfermedad. Un efecto habitual es que se inflamen las arterias, lo que puede llevar a que el flujo sanguíneo no circule de manera adecuada con el paso del tiempo. Todo esto podrá derivar en problemas mayores que en algunos casos desencadenan el fallecimiento. Entre las consecuencias del efecto que produce la diabetes en la mujer se encuentran problemas en el riñón, en la vista, en el corazón o incluso en los dientes. El efecto de la diabetes puede ser tan destructivo que también tiene riesgos de acabar dañando los distintos nervios que se encuentran en el cuerpo, lo que puede derivar en sufrir problemas para mantener un movimiento normal del mismo. Todos estos problemas es frecuente que produzcan depresión y que la depresión impida mejorar en otros aspectos.
Debido a estos riesgos las organismos de la salud trabajan para que el mundo sea más consciente de lo que supone esta enfermedad con la intención así de evitar que se sigan acumulando más y más mujeres diabéticas. Siempre es mejor actuar con medidas de prevención que acabar sufriendo esta enfermedad que puede cambiar tanto la forma de vivir.