Es bastante frecuente que quienes sufren alguna alergia, se refieran a la misma empleando algún término que no es del todo correcto, o que directamente no lo es. Una de estas expresiones es la “alergia a la humedad”.
Pero, ¿de qué se habla cuando se hace referencia a la alergia a la humedad? Lo cierto es que hay personas que padecen determinados síntomas alérgicos, que sienten con mayor intensidad los días especialmente húmedos. Por ejemplo, cuando está nublado, a punto de llover o cuando acaba de llover.
¿Existe la alergia a la humedad como tal?
También hay individuos que experimentan un empeoramiento cuando se desplazan hacia zonas costeras, y mejoran ligeramente cuando se alejan de estas. En estos casos es evidente que la humedad tiene una incidencia en los síntomas, pero no se trata realmente de una alergia a la humedad.
¿De qué hablamos en realidad cuando nos referimos a la humedad?
Hay que recordar que la humedad del aire, o humedad ambiental, es causada por el vapor de agua que contiene la atmósfera. Dicho vapor proviene de la evaporación del agua de los mares, océanos, lagos o ríos, y también de seres vivos, animales y plantas.
Así pues, la humedad es realmente agua, y no es posible que alguien sea alérgico al agua, ya que esta forma parte del propio organismo en gran cantidad. Concretamente, el agua representa entre el 50% y el 60% del peso corporal total. Lo cierto es que existen alérgenos que causan las alergias respiratorias habituales, y que están presentes en el aire en una cantidad más alta cuando aumenta la humedad ambiental.
¿Qué son los ácaros del polvo?
De un lado están los ácaros del polvo, unos artrópodos de un tamaño diminuto que se multiplican con mayor facilidad cuando la humedad relativa del aire es de aproximadamente 75-80%, y la temperatura es menor a 21ºC. En cambio, son escasos en lugares secos, ya que mueren cuando la humedad del aire baja de 40-50%. De forma que cuando llegan los días húmedos, los ácaros del polvo proliferan en mayor medida, razón por la cual los alérgicos pueden sentirse peor.
Y de otro lado están los hongos, concretamente los mohos, que consisten en hongos microscópicos que se reúnen y crecen como filamentos que llegan a ser macroscópicos, y que se reproducen por esporas (estructuras microscópicas) también que se desplazan flotando por el aire, y que pueden penetrar en las personas a través de las vías aéreas.
Estos mohos se acumulan en la materia orgánica en descomposición, y crecen con mayor facilidad en condiciones cálidas y húmedas. Fundamentalmente, los hay de exterior y de interior, y los que causan alergia más a menudo son los siguientes tipos: alternaria, cladosporium, aspergillus y penicillium. Cuando aumenta la humedad ambiental se favorece su crecimiento, sobre todo si se encuentran en interior. Y las personas alérgicas pueden empeorar en sus síntomas.
Entonces, ¿qué es realmente la alergia a la humedad?
De manera que la alergia a la humedad es normalmente una alergia a los ácaros del polvo doméstico, o bien una alergia a hongos de interior. Tanto en uno como en otro caso, una humedad alta puede aumentar dicho síntomas, ya que existen más alérgenos en el aire que se respira.