Una de las funciones principales del corazón es bombear la sangre por todo el cuerpo. ¿Qué ocurre cuando se tiene mala circulación? Que la sangre no llega a su destino haciendo que se empiece a tener problemas de cansancio y fatiga hasta, en casos extremos, dolencias cardíacas o incluso la muerte. Por eso es importante tener presente esta dolencia y hacerle frente para frenar su avance, aunque en ocasiones es difícil de detectar porque puede disimularse con otros dolores o simplemente no manifestarse.
Síntomas de la mala circulación
Las señales cuando se tiene una mala circulación pueden ser variadas y, en muchas ocasiones, mal identificadas porque los afectados no le dan la importancia que merece. Eso lleva a que la confundan con otra dolencia y, por tanto, no sepan reconocer lo que su cuerpo quiere decir. Por eso es importante tener en cuenta esta lista de síntomas:
- Hormigueo en manos, pies o dedos.
- Hinchazón de las extremidades.
- Pesadez en las piernas.
- Extremidades frías.
- Dolor en el brazo izquierdo o pecho.
- Uñas quebradizas.
- Aparición de varices en las piernas.
- Piel amoratada o marronosa.
- Si presenta tres o más de estos síntomas, no lo dude y vaya a visitar a su médico, porque seguramente sufra de problemas circulatorios sin sea realmente consciente de ello.
Clasificación según gravedad
Como en todos los problemas de salud, hay diferentes grados y etapas de dolencia. Un rápido diagnóstico permite que resulte más fácil tratar el problema de raíz, remitiendo así sus síntomas. Dentro de las etiquetas “dolencia leve” a “problema muy grave” hay pequeños matices que permite arrojar un poco de luz para saber en qué punto de la siguiente clasificación está el afectado y, por tanto, conocer hasta qué punto están afectadas las venas y arterias.
1. Leve
- Aparición de las primeras venas moradas
2. Moderada
- Aparecen varices.
- Hinchazón en las piernas.
3. De riesgo
- A la hinchazón se le suma la pesadez en las piernas.
- Empieza a estar presente una sensación de cosquilleo.
4. Preocupante
- La piel empieza a cambiar de color, perdiendo su tono natural.
- Se le suma piel reseca en la zona.
5. Severa
- La piel pierde por completo su elasticidad y su tono saludable.
- La zona está fría y dura al tacto.
6. Patológica
- Aparecen heridas con facilidad pero estas sanan.
7. Crónica
- Heridas que no logran sanar y permanecen abiertas.
Población de riesgo a padecer problemas circulatorios
Esta dolencia no es hereditaria ni genética, de hecho está provocada por agentes externos al paciente. Una de las fuentes más comunes para padecer de problemas circulatorios viene dada por el tabaquismo. La adicción a la nicotina ya no tiene ningún misterio y ya sabemos todos los problemas que esta supone tanto a corto como a largo plazo para la salud, y entre ellos está la vasoconstricción, que consiste en el estrechamiento de los vasos sanguíneos, cosa que hace que la sangre no se bombee de forma correcta y, por tanto, cueste más llegar a las extremidades, manos y pies.
Otro sector de riesgo es quien tiene un estilo de vida sedentario. Ya sea porque el trabajo requiere muchas horas sentado o simplemente por tener un modo de vida muy casero, el no moverse o hacerlo de forma limitada no solo hace que se pierda masa y fuerza muscular, también provoca que aparezcan las primeras varices. Y lo mismo ocurre si se está muchas horas de pie pero sin moverse.
Tampoco se libra quien está sometido a mucha presión y estrés. No es sano estar tenso a todas horas, y no solo por el dolor de espalda o cervicales, sino también porque este estado constante de vigía provoca que se contraigan los vasos sanguíneos y, por tanto, cueste que la sangre se bombee a todas las partes del cuerpo. De hecho, está científicamente demostrado que la mala circulación provocada por este tipo de situaciones mejora considerablemente una vez reducida la fuente causante de estrés.
Y por último, y no menos importante, una mala alimentación puede provocar también este problema de salud. El exceso de grasas saturadas en nuestra dieta, condimentar nuestras comidas con una gran cantidad de sodio o abusar del café son hábitos que, a la larga, provocan que la aparición de altos índices de colesterol. Esta es una enfermedad muy seria que obstruye los vasos sanguíneos provocando que resulte más difícil la circulación de la sangre o incluso es posible derivar a infartos o dolencias cardíacas.
Consecuencias de una mala circulación
Dependiendo del estado y la gravedad del paciente las secuelas pueden ser diferentes y variadas. De hecho podríamos decir que la pesadez en las piernas o el hormigueo son señales mínimas si las comparamos cuando está tan avanzado que la única solución se encuentra en una operación quirúrgica para sustituir la vena o arteria que no funciona correctamente por una sintética. Esto hace que sea importante tener en cuenta esta patología y sus síntomas. Y tú, ¿tienes mala circulación?