Las formas de entretenimiento están cambiando de manera radical gracias a la aparición de los smartphones y los dispositivos móviles. En cualquier ciudad del mundo es habitual ver a decenas de personas a diario jugando con su smartphone o su tableta al Candy Crush o revisan sus redes sociales.
En el año 2014, más de mil millones de personas consultaban a diario Facebook y al menos 375 millones jugaban con alguno de los juegos que ofrece la plataforma. En estos dos años que han pasado desde entonces, seguro que son muchos más.
Facebook también anunció en 2014 que cada día eran enviadas más de 700 millones de peticiones para jugar. Este fenómeno, además de incomodar a muchos de sus usuarios, tiene otros efectos, como que muchas compañías que desarrollan juegos ven una posibilidad de hacer negocio con esta opción de entretenimiento online.
Otro ejemplo son los portales web que funcionan a modo de las habituales máquinas tragaperras de los bares, casinos y salones de juego. En este caso es incluso más interesante, porque se trata de un modo en el que se puede usar una tragaperras gratis, de manera online, con diferentes niveles de dificultad y con la posibilidad de jugar desde cualquier lugar del mundo y en cualquier momento.
Cuidado con los juegos online
Vemos que las formas de entretenimiento están cambiando, en el caso concreto de los videojuegos, el modo online supone incluso un elemento importantísimo para su jugabilidad, pues los jugadores pueden jugar con otra persona que puede que esté a miles de kilómetros de distancia. En otras ocasiones, muchas de las novedades de los videojuegos se presentan primero en su modo online.
Pero volviendo a los juegos online, los usuarios de internet deben tomar ciertas precauciones, pues según un informe de Akamai Technologies, durante el primer trimestre de 2016, el 54% de los ataques en internet se focalizaron en la industria de los videojuegos y los juegos online.
La mayoría de los ataques en la red proceden de agentes maliciosos que buscan llamar la atención de los medios para causar interrupciones en los juegos online. Estos ataques se producen mayoritariamente en China (27%), EEUU (17%), pero también en Turquía, Corea del Sur, India o España entre otros países.
El mismo estudio establece que más del 90% de los gamers conectados a su PC juega de manera online ocasionalmente y que más del 75% de los usuarios de smartphones y tabletas también lo hacen.
