Al doctor Google le han salido competidores. Pese a que continúa siendo la principal fuente de información sobre salud, dentro de la Mobile Health (mHealth) le están ganando terreno las app especializadas, que desde hace un par de años están pisando muy fuerte. Los números, según nos indica un reciente informe del IMS Institute for Healthcare Informatics, son abrumadores: en estos momentos, hay disponibles más de 165.000 apps de salud (hace un año eran 94.000) y todo apunta a que en los próximos meses el crecimiento seguirá siendo imparable.
La duda que hoy traemos aquí es la de cómo distinguir, en este inmenso bazar de la mHealth, cuáles de estas app son fiables y cuáles no. Para guiarnos, lo mejor es seguir un sencillo consejo: dado que, como meros usuarios, no tenemos forma de saber a priori cuándo una app de salud es una chapuza, elijamos aquéllas que lleven un sello garantizando la calidad. Es el modo de asegurarnos de que esa app en concreto nos va a ofrecer una información veraz y rigurosa.
Apps para médicos y pacientes
En España, la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía ha creado AppSaludable, el primer distintivo en español que reconoce la calidad y seguridad de las apps de salud. Es gratuito y está abierto a todas las aplicaciones de iniciativas públicas y privadas, tanto españolas como de cualquier otro país. Otro sello de calidad es el que ofrece Patient View, el movimiento de pacientes que, a través de My Health Apps, prueba y valida las apps.
Otra cuestión es la de saber cuándo una app necesita el marcado CE. En este sentido, lo principal que debemos saber es que esta marca es necesaria cuando la app es un producto sanitario. ¿Y cuándo es un producto sanitario? Básicamente, explica en este artículo Iñaki Larraya, ingeniero biomédico especializado en Tecnológica Sanitaria Móvil, “cuando ayuda al diagnóstico de una enfermedad o lesión, cuando sirve para hacer un seguimiento médico o de soporte a un tratamiento, y cuando sirve para prevenir una enfermedad”.