Seguro que en los últimos días habéis oído hablar de Pokémon Go, la aplicación de moda. A pesar de estar sólo disponible en Australia, Nueva Zelanda y Estados Unidos, esta app de Nintendo ya se está utilizando más que Tinder, WhatsApp o Instagram. ¿Pero por qué?
Pokémon Go es una aplicación de Nintendo que utiliza la realidad virtual para trasladar al mundo real la temática de los videojuegos de Pokémon, donde el protagonista, un entrenador, debe cazarlos a todos y entrenarlos. Una aventura que se lanzó por primera vez hace 20 años y que ahora, en pleno siglo XXI, vuelve a la carga. En unos días, la aplicación ya ha batido récords de descargas en todo el mundo. La premisa es bien fácil: esta aplicación utiliza elementos básicos de todo smartphone – cámara y GPS – y el jugador debe recorrer las calles de su ciudad para encontrar a todas las criaturas mágicas.
Pokémon Go nos permite crear un avatar personalizable, y la misión principal del juego es la de conseguir atrapar a todos los pokémon del universo, además de entrenarlos y combatir contra otros jugadores para ir subiendo de nivel. Al ser de realidad aumentada, el usuario debe salir a la calle y recorrer su ciudad o pueblo en busca de estas mágicas criaturas. La aplicación se compone de un mapa que geolocaliza nuestra ubicación y que nos va indicando dónde podemos cazar Pokémon.
En el mapa también nos aparecen poképaradas, donde poder comprar objetos para curar a nuestras criaturas, así como gimnasios, punto de encuentro de entrenadores para competir con otros jugadores y entrenar a sus pokémon.
El éxito de Pokémon Go recae en varias de sus funcionalidades. Es interactivo, es innovador al presentar este formato de realidad aumentada y recupera el espíritu de los juegos originales pero haciéndolo aún más realista. Además, presenta funcionalidades de las aplicaciones de fitness: para poder desbloquear ciertas habilidades o conseguir pokémon especiales debemos caminar 5 o 10km. Nintendo ha querido que los usuarios salgan a la calle y se muevan por su entorno, fomentando así el ejercicio.
El juego está generando muchos beneficios a sus creadores, y ya se está buscando más en Internet que la palabra porno. Pero al igual que todo, también presenta algunos problemas. La obsesión de los usuarios por conseguir cazar nuevas criaturas ha hecho que comisarías de policía prohíban la entrada de usuarios en busca de pokémon, y monumentos históricos están viendo como la popularidad de la app hace que vengan más visitantes. Por si esto no fuera suficiente, en Estados Unidos una jugadora de Pokémon Go descubrió un cadáver mientras buscaba una de las criaturas del juego.
A pesar de que aún no está disponible en nuestro país de forma oficial, ya hay usuarios que están jugando a ser entrenadores.
