Varios artículos muestran con gran escándalo que las esponjas de cocina están llenas de bacterias, este de la BBC, es un ejemplo, en que nos dicen que “un centímetro cúbico de esponja puede albergar una densidad de bacterias similar a la que se encuentra en las heces”.
En primer lugar es recomendable dejar de entender el término “bacteria” como algo malo o aun repugnante. Si alguna vez han ingerido yogurt, quesos añejados, col fermentada estilo chucrut o kimchi, u otros vegetales lacto-fermentados, así como algunas variedades de salchichones, salchichas y chorizos, han consumido también una gran cantidad de bacterias y otros microorganismos junto con esa verdura, láteos o carne.
Pero, de la misma manera que no podemos comparar las bacterias que ingerimos en alimentos fermentados, con las bacterias presentes en las heces, tampoco podemos comparar estas últimas con las bacterias que encontramos en la esponja de la cocina.
Es como comparar organismos de, por ejemplo, un ecosistema terrestre, con organismos marinos y con animales domésticos, y decir que son iguales; pero 10 árboles no son iguales a 10 delfines o a 10 vacas.
Las bacterias más abundantes que encontramos en el colon humano, son llamadas coliformes, porque una de las más comunes en este grupo se llama Escherichia coli, a la que se le dio ese nombre por encontrarse en el colon. Estas bacterias son tan diferentes de las que encontramos en alimentos fermentados, que su presencia, en determinada abundancia, es usada como indicador de contaminación fecal y el consumo de un alimento con abundancia de bacterias coliformes no es recomendable, porque puede enfermarnos. Encontramos coliformes también en la naturaleza, en el suelo, en vegetales, y en grandes cantidades en el colon de animales de sangre caliente.
Pero no todas las bacterias coliformes nos enferman, una misma especie de bacteria, como Eschirichia coli, suele encontrarse en diferentes formas, cepas o serotipos, algunas pueden ser inofensivas, mientras que otras pueden enfermarnos y provocar desde vómito y diarrea, hasta la muerte, sobre todo a personas débiles y niños. Pero las cepas que son inofensivas y viven normalmente en el colon, son benéficas y algunas hasta producen vitamina K.
Las esponjas de cocina, al igual varios otros lugares en una vivienda, proveen un sustrato adecuado con humedad y buena temperatura, y sobre todo en el caso de las esponjas, restos de alimentos, que permiten albergar y nutrir una gran cantidad de bacterias. En otros sitios de la casa también encontramos una gran cantidad y diversidad de bacterias, como en lavabos, desagües, mesas de cocina y comedor, toallas de la cocina, etc. pero varios estudios se han enfocado en esa esponja porque tiene un uso muy amplio en la cocina y el comedor, y si estuviera contaminada con bacterias patógenas, estas podrían a su vez, contaminar alimentos y utensilios y causar enfermedades. Aunque el baño podría parecernos el sitio más idóneo para el crecimiento de bacterias, no es así, pues el área de la cocina con las esponjas y las toallas de cocina suelen tener más bacterias que este.
Pero ¿acaso estos artículos reportan una epidemia de enfermedades terribles causadas por las bacterias en las esponjas de cocina? No. En el artículo científico original, en que se basa el artículo de la BBC, ninguna de las especies reportadas es patógena, aunque explican que algunas de las cepas son similares a cepas patógenas.
También explican que ningún método de limpieza de la esponja elimina todas las bacterias y las que sobreviven vuelven a colonizar la esponja, por lo que, si bien hay que mantener la esponja lo más limpia posible y sin restos de comida, no es necesario esterilizarla en autoclave, porque volverá a ser colonizada por las bacterias que se encuentran en otras superficies de la cocina, en las verduras y productos que traemos del mercado.
Para dejar de pensar que todas las bacterias son organismos dañinos, pensemos que vivimos asociados con bacterias y otros microorganismos, que son nuestros compañeros en la vida. El número de bacterias que viven en nuestro cuerpo puede ser igual al número de células humanas que lo componen, o incluso mayor [6], las bacterias y otros microorganismos se encuentran en todas las superficies, cavidades y conductos del cuerpo, constituyen la microbiota humana, que es el conjunto de microorganismos que reside sobre o dentro de cualquiera de los tejidos y fluidos humanos, incluidos la piel, las glándulas mamarias, la placenta, el líquido seminal, el útero, los folículos ováricos, los pulmones, la saliva, la mucosa bucal, los senos nasales, la conjuntiva y el tracto gastrointestinal. Estos microorganismos incluyen bacterias, arquea, protistas, hongos y virus.
No todas las bacterias o microorganismos nos enferman, ni tampoco es necesario que nos esterilicemos por dentro y por fuera para estar más sanos, al contrario, cuando utilizamos antibióticos de amplio espectro, no solo eliminamos a las bacterias que nos enfermaron, también perturbamos nuestra microbiota normal y a causa de esto, se pueden sufrir infecciones secundarias.
Si aun así, temen a las enfermedades que les puedan causar las bacterias en las esponjas, les recomendaría, como microbióloga que fui en otra vida, hacer de la esponja un lugar poco hospitalario para las bacterias, por ejemplo, tener dos esponjas, usar una un día, lavarla con agua muy caliente en la noche, pueden agregar algún desinfectante si desean, exprimirla muy bien y dejarla secar todo el día siguiente, utilizar la otra esponja, y volver a repetir el proceso. Si bien una esponja seca, aun contiene bacterias, estas cesan de reproducirse, porque las condiciones no son adecuadas.